Viernes 12 de Junio de 2009 Edicion impresa pag. 29 > Municipales
Varios problemas en calles de Roca
La rotura de un caño de la colectora produjo múltiples inconvenientes en el barrio de las 827.

ROCA (AR) .- Líquidos cloacales hasta la mitad de la calle, niños saltando charcos, montañas de tierra y barro que impiden el paso y pequeños ríos de agua constituyen el escenario de dos barrios de Roca que quedaron desbordados por roturas de caños de agua y de cloacas.

En las 827, un río de aguas servidas recorrió ayer cinco cuadras, desde Chulavista y Misiones desembocando en la Ruta 22, y formando una gran laguna sobre México entre Santa Cruz y Misiones. En algunos casos, los líquidos llegaron a ocupar más de la mitad del ancho de la calle, haciendo casi imposible el cruce de peatones y el tránsito de automóviles.

La escuela 344, ubicada entre Brasil y Misiones, también quedó rodeada por las aguas servidas, obligando a la mayoría de los alumnos a saltar los charcos para poder regresar a sus hogares.

Desde Aguas Rionegrinas (ARSA), el jefe de servicios, Gustavo Suárez, informó que la inundación se produjo por una rotura de un caño de la colectora en Don Bosco y Chile, y que ayer ya lo estaban reparando por lo que el problema habría quedado solucionado.

Sin embargo, varios vecinos denunciaron que en las 827, el pequeño río de líquidos cloacales que atraviesa varias calles es constante.

Cloacas o agua

En tanto en J. J. Gómez lo que rebalsa no son líquidos cloacales sino agua potable. La causa es la construcción de la red de cloacas que según las autoridades implica siempre romper algún caño. La calle Villegas, a la altura de Juan Manuel de Rosas, está casi intransitable. Montañas de tierra, barro, agua y aguas servidas atraviesan el camino impidiendo el tránsito de cualquier automóvil. Vecinos abrieron un paso alternativo al costado que poco a poco también se va llenando de barro.

"Esto está así hace más de un mes, ya reclamamos pero no nos escuchan", aseguró indignado César Vitayo, quien vive sobre la Villegas. "Desde arriba viene el agua servida de las cloacas de otros vecinos", agregó, señalando el recorrido de la misma hasta llegar al gran charco que junta basura, botellas y mal olor. Además, comentó que en ese mismo lugar hay un caño de agua roto desde hace dos años y medio, y que a pesar de haber realizado numerosos reclamos a diversos organismos no han solucionado el problema.

José Bascuñan también vive cerca de la calle Juan Manuel de Rosas, pero en el barrio Julio Corral, donde a la altura de la calle Los Claveles, el escenario de agua estancada se repite, así como también los contratiempos para transitar.

Ambos vecinos aseguraron que tuvieron que poner de su propio bolsillo para hacer zanjas, tirar tierra, tapar charcos y alisar la calle.

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí