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	La toma donde murió la pequeña Bárbara. Algunos ocupantes han levantado precarias casillas, pero otros viven en carpas.

CIPOLLETTI (AC).- A horas de que el municipio cipoleño ponga en marcha el plan calor, el frío se cobró la primera víctima del año en esta ciudad y se trata de una beba de sólo tres meses. La nena, que sufría bronquiolitis, vivía con su familia en una carpa tipo iglú en una toma ubicada en la zona norte de la ciudad.

La desgracia ocurrió durante las primeras horas del miércoles, cuando los padres se percataron de que la nena estaba mal y la llevaron al hospital, pero según informaron fuentes policiales, habría llegado sin vida.

A las 6:30 en la subcomisaría 79 se recibió un llamado desde el hospital requiriendo presencia policial. Es que una hora antes había ingresado la beba, que fue identificada como Bárbara Ángeles Painemil Infanti. También se hizo presente el médico policial quien constató que el cuerpo no tenía signos de violencia.

Luego los peritos tampoco encontraron en el lugar donde vivía la familia ningún elemento que pueda relacionarse con una muerte violenta.

Por ello se derivó la causa al juzgado de Instrucción Nº 6 a cargo de Gustavo Herrera, quien ordenó una autopsia. El resultado fue que la nena falleció por "asfixia mecánica por aspiración".

La baja temperatura, junto con las condiciones de humedad que hay en el terreno y la bronquiolitis que le habían disgnósticado unos días atrás, fueron una combinación mortal. La muerte de la beba generó indignación entre los familiares y vecinos ya que "si hubiesen tenido un techo, esto no hubiese pasado".

"Acá todos sabemos quiénes son los responsables de que no tengamos un techo. Lamentablemente se tuvo que perder una vida y espero que las autoridades de una vez por todas se pongan a trabajar en serio para que la gente que menos tiene pueda acceder a una vivienda digna, porque así no se puede vivir más", se quejó Lilia Calderón, vocera de la toma.

La familia, compuesta por dos nenes más de seis y dos años pero que se habían quedado a dormir en la casa de los abuelos, vivía en una carpa cubierta con un nylon en la toma Obrero B (Naciones Unidas y Circunvalación) sin ningún sistema de calefacción. Sólo se cubrían con frazadas. Esta precaria situación se ha vuelto cada vez más común en los últimos meses, ya que hay familias que ni siquiera logran conseguir maderas y chapas para hacerse una casilla.

Desde el municipio, la secretaria de Acción Social, Mabel Rigoni comentó que "más allá de que la política del municipio es no intervenir en las tomas, estábamos al tanto de las condiciones en que vivía esta familia. La madre nos pidió ayuda y fue asistida con los tickets municipales, pero son los padres los primeros responsables del cuidado de sus hijos, y más de un bebé que sufría bronquiolitis. Nos hubiese gustado darle una asistencia especial antes de que pasara esta tragedia".

Luego del fallecimiento de su hija, los padres levantaron la carpa.