Bienvenidos a segunda era "galáctica". Bienvenidos a la nueva era de Florentino Pérez quien otra vez piensa hacer del Real Madrid, el eje central del universo futbolístico.
Hace unos días el presidente madridista conmocionó al mercado al fichar a Kaká (llegó desde el Milán) en 65 millones de euros. Ayer otra noticia, más estruendosa aún que vuelve a remover los cimientos del mercado futbolístico: el Manchester United aceptó la oferta de 93,9 millones de euros (131 millones de dólares) que realizó la Casa Blanca española por Cristiano Ronaldo, conviertiéndose en la transferencia más alta de la historia por un jugador de fútbol.
El Madrid confirmó la oferta por CR en un comunicado, donde dice que "el club espera llegar a un acuerdo con el jugador en los próximos días´´. El delantero portugués, que llegó al United en 2003 procedente del Sporting de Lisboa, ya había presionado en junio del año pasado para lograr lo que llamó una "transferencia soñada´´ al ´merengue´. Aquella vez el DT de los ingleses, Alex Ferguson, se opuso. Esta vez cedió a la presión del jugador.
"A pedido de Cristiano, que una vez más expresó su deseo de dejar el club, y tras conversaciones con los representantes del jugador, United acordó dar al Real Madrid permiso para hablar con el jugador", dijo el MU en un comunicado, cuyo dueño es el estadounidense Malcolm Glazer.
Según trascendidos, el portugués pasará a ser el jugador que más gana en el vestuario blanco, a razón de algo más de 9 millones de euros por cada una de las seis temporadas que firmará. Así se acabará una historia que comenzó hace más de un año.
Ramón Calderón, el anterior presidente del Madrid, estuvo a punto de cerrar su traspaso la anterior pretemporada, pero finalmente Cristiano decidió seguir una temporada más en el MU. Aquello erosionó poderosamente la credibilidad ante sus aficionados de Calderón, que en enero presentó la dimisión tras presuntos escándalos de corrupción.
Florentino Pérez fue designado presidente el lunes de la semana pasada y ya cerró la contratación de dos "cracks" de primerísimo nivel para intentar salir del eclipse en el que le ha sumido el Barcelona tricampeón.
Los catalanes tienen a Lionel Messi, pero el portugués será ahora la gran bandera cósmica (y mediática) del nuevo Real Madrid, que vuelve a ser "galáctico"