NEUQUÉN (AN)- El ex vocal Jorge Sommariva cobró 120.000 pesos como liquidación final de haberes, ya que le adeudaban numerosos días de vacaciones no gozadas. Esa posibilidad de acumular licencias para cambiarlas por dinero y percibirlas con el último sueldo, como si fuera una indemnización o un premio especial, es otro de los privilegios de los que gozan los miembros del Tribunal Superior de Justicia.

La novedad se conoció ayer, durante la visita del presidente del TSJ, Oscar Massei, a la comisión de Asuntos Constitucionales de la Legislatura.

En medio de consultas sobre el proyecto de ley de convenciones colectivas de trabajo, el presupuesto del Poder Judicial, la coparticipación y temas afines (ver aparte), el diputado radical sorprendió a Massei con una pregunta: "¿es cierto que Sommariva cobró 300.000 pesos cuando se jubiló?"

Sommariva renunció para jubilarse en abril del año pasado, cuando estaba a las puertas de un juicio político.

Massei le contestó a Inaudi que era cierto. Luego aclaró a la prensa que la cifra real es de 120.000 pesos.

"Río Negro" intentó averiguar si el otro vocal que se jubiló el año pasado, Roberto Fernández, también cobró una suma similar pero nadie suministró la información.

Acumular días de licencias no gozadas para cobrarlas todas juntas al jubilarse es una antigua práctica en el Poder Judicial. Este diario reveló, en enero de 2002, que los tres vocales que se jubilaron en esa época también lo hicieron.

Fernando Macome, Armando Vidal y Rodolfo Medrano cobraron alrededor de 40.000 pesos cada uno, lo que representaba en aquella época unos 23.000 dólares.

Sin importar el tiempo que haya pasado desde que correspondía tomarlas, las vacaciones no gozadas se cobran todas juntas como una especie de premio especial o una indemnización.

Algunas fuentes consultadas ayer indicaron que los jueces con jerarquía de camaristas también pueden hacerlo.

En algunos niveles del Poder Judicial no se descarta elaborar un proyecto para derogar este beneficio.

Sommariva era, cuando se jubiló, el funcionario más antiguo del Poder Judicial con cincuenta años de trayectoria.

Llegó a la vocalía en enero de 2004 rodeado de una enorme polémica por su presunta vinculación con el campo Las Breñas, aunque no figuraba como uno de los dueños. En su descargo dijo, en declaraciones periodísticas, que él no tenía bienes a su nombre.

Otra percepción que beneficia a los magistrados y funcionarios y despertó polémica en su momento fue la llamada "ley Kohon", que les permite cobrar antigüedad desde el día que se matricularon como abogados.

Antes que Kohon, había impulsado una legislación similar el actual presidente del Tribunal.