BUENOS AIRES (DyN) - La Justicia ordenó ayer la captura internacional del colombiano Samuel Salman El Reda, uno de los máximos sospechosos de haber sido el organizador de la "conexión local" de la masacre de la AMIA.

Así lo resolvió el juez federal Rodolfo Canicoba Corral, al hacer lugar a un planteo del fiscal Alberto Nisman, quien pidió detener al sospechoso luego de que entrecruzamientos de llamadas permitieran establecer que recibió y despidió al grupo de terroristas que llegó al país a cometer el ataque en 1994.

El magistrado que lleva la causa del ataque terrorista contra la mutual judía el 18 de julio de 1994 señaló en diálogo con Radio 10 que "la principal sospecha es que está en Colombia o el Líbano. En principio no está en la Argentina", al referirse al colombiano Samuel Salman, alias "El Reda", por quien la Justicia argentina emitió una orden de captura a Interpol acusado de ser la "conexión local" de los terroristas de Hizbollah que perpetraron el atentado en el que murieron 85 personas.

El 20 de mayo último la Fiscalía de la causa AMIA reclamó la captura por entender que "hay evidencias contundentes y esclarecedoras que determinan que Samuel Salman El Reda fue uno de los máximos referentes a nivel local de la operación". "Era la persona más idónea para desarrollar la actividad y brindar el apoyo que prestó en Buenos Aires al grupo operativo de Hizbollah que vino a ejecutar el atentado", dijo el fiscal Nisman.

Según la Fiscalía, El Reda "burló varias veces los débiles controles migratorios existentes en el momento para ingresar a nuestro país, sin dejar rastros de su presencia en Buenos Aires", pero está probado que estuvo en esta ciudad el 1 y el 18 de julio de 1994, día en que explotó la bomba que mató a 85 personas en la sede de la AMIA. En rigor, El Reda, un colombiano casado con la argentina Silvina Saín desde 1989, que residía en el país desde 1987 y se fue a vivir al Líbano tras el atentado, ya había sido mencionado en la causa en una primera parte de la investigación por un ex miembro del servicio de inteligencia iraní, conocido como el "testigo A".

El Reda vivió en Buenos Aires siete años antes del atentado en dos casas del barrio de Floresta y su cuñada trabajaba directamente con el ex agregado cultural de la embajada de Irán Moshen Rabbani, acusado de ser el cerebro del atentado, según la investigación.