La automotriz italiana Fiat anunció el lunes que cerró un trato para adquirir los activos rentables de Chrysler para crear una nueva firma y permitir que la empresa estadounidense salga de la bancarrota.
Fiat firmó el trato el miércoles por la mañana, después que en la víspera la Corte Suprema estadounidense desestimó un recurso en contra de la transacción, ya aprobada por tribunales de primera y segunda instancia. Bajo el acuerdo, el presidente de Fiat, Sergio Marchione, pasará a controlar Chrysler.
Fiat no inyectará fondos nuevos, pero le dará a Chrysler la tecnología que necesita para fabricar autos pequeños y de bajo consumo.
La Corte Suprema rechazó el martes por la noche un recurso de tres fondos de pensiones, grupos defensores de consumidores y otras organizaciones para impedir la sociedad entre las dos empresas. Se esperaba que la venta de los activos de Chrysler LLC a Fiat Group SpA se cerrara hace más de una semana, pero Ruth Bader Ginsburg, magistrada de la Corte Suprema, tomó el lunes la decisión de posponer la venta mientras se analizaba una apelación de los fondos del estado de Indiana, la cual amenazaba con descarrilar los planes de reestructuración de Chrysler.
Una corte federal de apelaciones en Nueva York había aprobado la venta antes, pero dio a los opositores a la operación un plazo que vencía el lunes por la tarde, para que buscaran la intervención de la Corte Suprema.
Los fondos de Indiana, que poseen menos del 1% de la deuda garantizada de Chrysler, señalan que la venta favorece injustamente a quienes poseen instrumentos sin garantías, como el sindicato, por encima de ellos mismos.
La magistrada Ginsburg ordenó una prórroga justo antes de las 16:00 horas del lunes, cuando vencía el plazo. Chrysler, Fiat y el gobierno del presidente Barack Obama advirtieron que la intervención de la Corte Suprema podría frustrar la venta, que tenía como plazo para cerrarse el 15 de junio. Después de esa fecha, Fiat podía haberse retractado del acuerdo.
AP