VIEDMA (AV)- Un simulacro de accidente realizado ayer en la Terminal de Omnibus de esta capital fue la herramienta utilizada por las fuerzas vivas de la ciudad para coordinar acciones en caso de un suceso de extrema gravedad. En tanto, la noche anterior, varias de esas instituciones debieron participar de un hecho real, por fortuna sin heridos.
Cerca de las 23 del lunes, una pequeña casilla de madera del barrio 30 de Marzo se incendió por completo, aparentemente por efecto de la cocina gas conectada a la garrafa que había en su interior. Por suerte, ninguno de sus habituales ocupantes se encontraba en el lugar y por eso el incendio no se transformó en una tragedia.
Según comentaron los vecinos es el segundo incendio que se produce desde que comenzó el frío otoñal en ese postergado sector de la ciudad. La precariedad de las viviendas, construidas con madera, chapa y cartón, las hace especialmente peligrosas ante la posibilidad de que se genere fuego.
Cabe recordar que el año pasado, en una vivienda de esas características, ubicada en el Loteo Silva, murieron quemados dos niños que habían quedado solos mientras su madre cruzó a un mercado para realizar compras.
Los bomberos del destacamento del barrio Lavalle, con jurisdicción en esos sectores en los cuales muchos habitantes viven en condiciones de extrema vulnerabilidad, están realizando en estas semanas, charlas de concientización en las escuelas para transmitir recomendaciones a los niños para prevenir posibles incendios.
Por otro lado, ayer a las 14 el ulular de las sirenas inquietó a quienes no estaban avisados de que la Terminal de Omnibus iba a ser escenario de un simulacro de un choque entre un micro y un jeep. Los organizadores desarrollaron la metodología de selección de heridos en relación a la gravedad de sus lesiones.
Colaboraron fuerzas de seguridad, bomberos, el Hospital y Defensa Civil, entre otras instituciones, junto a vecinos que actuaron como víctimas del supuesto accidente.