| ||
"Nadie puso limitaciones" | ||
VIEDMA.- Fernando Skliarevsky es uno de los titulares de la empresa de turismo Desert Tracks. Por un lado, el operador se reconoce víctima de la ausencia del Estado en cuestiones de dominio de tierras, ya que tuvo que recurrir a la justicia para poder continuar transitando por el camino de los pulperos con sus camiones de excursión luego de que un nuevo propietario de los campos cercanos alambrara hasta la costa. Además, se queja de la falta de implementación de medidas para la preservación del Cañadón de las Ostras, un lugar que supo tener enorme valor paleontológico y que en los últimos años sufrió el saqueo de buena parte de ese rico capital fosilizado. Pero a su vez, Skliarevsky reconoce que la falta de implementación de medidas por parte del Estado le permitieron iniciar su actividad turística en Islote Lobos. "Nosotros hicimos algunas excursiones este verano con permiso del dueño del campo, llevando una cantidad limitada de gente y extremando los recaudos", informó Skliarevsky. No obstante dejó en claro que esa decisión fue netamente personal. "Es una cuestión de conciencia. Nadie del Estado me transmitió limitaciones", sostuvo. | ||
Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí | ||