CHOS MALAL (ACHM).- Productores vitivinícolas de Chos Malal ven con agrado que el gobierno provincial quiera extender el polo bodeguero al norte neuquino, pero quieren que los créditos y financiamientos sean para quienes desde hace años, con esfuerzo propio y recursos privados, se dedican a la actividad en la región y no que sean ofrecidos a bodegas del Chañar y Mendoza.

Consideraron un despropósito que se haya hecho un estudio para detectar sitios agroecológicos aptos para el desarrollo de la producción de uvas y la elaboración de vinos, cuando en realidad Chos Malal ha dado muestras de ser un lugar propicio para la actividad desde 1892, cuando se introdujeron las vides con la primera cepa originaria traída desde Chile por los misioneros salesianos y cuya producción de vino llegó incluso hasta el Vaticano.

Los productores calificaron como un acierto el hecho de que se quiera extender el polo bodeguero a la zona norte, como así también las anunciadas inversiones de hasta 4 millones de dólares por emprendimiento, pero solicitan que los créditos sean otorgados a productores de esta ciudad que cuentan con emprendimientos vitivinícolas, porque de otra manera se estaría menoscabando un trabajado de años y de mucho sacrificio, dado que lo hacen con recursos propios. En esta ciudad hay varios productores de vino e inclusive uno de ellos, Luis De la Torre, un vecino nativo de Chos Malal, logró con esfuerzo y recursos propios poner en marcha un ambicioso proyecto, su propia bodega que cuenta con baño, cocina, salas de prueba, de catación, un star, salas de elaboración, sótanos y tanques de almacenamiento y fermentación, entre otros dependencias.

Todo ello fue concretado con recursos propios, pero no es el único caso, hay muchos productos que elaboran vinos desde hace años aunque no cuentan con bodegas ni la infraestructura ni los implementos necesarios, entre ellos los hermanos Monsalve que producen sidra y champagne; Arturo Rebolledo, Clemente Ordóñez (hijo) y los hermanos Tadeo y Juan Oscar De la Torre, que heredaron de su padre la tradición familiar.

Los productores señalaron que no es "ninguna novedad" que la zona es apta para el desarrollo de la producción de uvas y la elaboración de vinos, como así también que no resultaba necesario hacer un estudio como el que se hizo para conocer las bondades que ofrece la región en materia vitivinícola, pero también manifestaron su oposición para que los créditos se ofrezcan a productores del Chañar y de Mendoza.