Domingo 07 de Junio de 2009 Edicion impresa pag. 34 > Sociedad
El monóxido ya se cobró cinco vidas en la región
El invierno no llegó pero la cifra de muertes alarma. Una medida básica sirve para prevenir: ventilar el hogar.

ROCA (AR).- En lo que va del año ya son cinco las muertes por inhalación de monóxido de carbono (CO) en la región, una cifra que alarma y preocupa si se tiene en cuenta que todavía no llegó la crudeza del invierno y el número casi iguala a las víctimas fatales que hubo a lo largo del 2008.

Y más aún cuando especialistas advierten que con sólo dejar una ventana un poco abierta para permitir la constante circulación de aire, es posible prevenir este tipo de accidentes, que en su mayoría acarrean consecuencias lamentables.

A lo largo de estos cinco primeros meses del año, en Río Negro y Neuquén murieron cinco personas, todas mayores de edad, intoxicados con monóxido de carbono. En base a los datos suministrados por la delegación neuquina de Camuzzi Gas del Sur, durante todo el 2008 en la zona fueron seis los decesos por la misma causa, mientras que en el área de cobertura a nivel nacional el número ascendió a doce.

En tanto, según un informe de la Asociación Toxicológica Argentina (ATA), publicado por La Nación, en todo el país mueren un promedio de 200 personas por año a causa del CO.

Braseros, tachos para quemar leña, calefactores, calefones y cocinas pueden producir CO, si es que se genera una combustión mala o incompleta. "Por lo general los casos más frecuentes ocurren en casas precarias donde se calefaccionan prendiendo fuego elementos y en ambientes totalmente cerrados", explicó el médico Mario Zurbriggen, jefe del Departamento de Actividades Programadas para el Área (DAPA) del Hospital López Lima de Roca. Destacó que también pueden ocurrir accidentes con CO a partir del mal funcionamiento de los calefactores o calefones, "pero si son revisados por profesionales no hay de qué preocuparse", advirtió.

Al ser el CO un gas prácticamente imposible de detectar -es inodoro e incoloro-, es fundamental estar atentos y dejar siempre algo abierto para ventilar y permitir la entrada y salida de aire. "Cuando aumentan los niveles de CO, la cantidad de oxígeno baja de a poco y las personas no se dan cuenta de que les falta el aire", explicó Zurbriggen.

Señaló que los principales síntomas son somnolencia, dolor de cabeza y pesadez dado que al inhalar CO, éste ocupa el lugar del oxígeno en la sangre, y los niveles del mismo que se mandan al corazón y al cerebro son cada vez menores. "Si una persona siente esos síntomas debe tomar aire enseguida, es un momento crucial, ya que después, al no oxigenarse la sangre puede estar despierto pero no poder moverse", recalcó el profesional.

Si bien ante la consulta, en las oficinas de Camuzzi en Roca no brindaron información sobre prevención, desde el portal de la empresa se recomienda: tener siempre una entrada y salida de aire para ventilación, instalar artefactos con profesionales matriculados, revisar periódicamente los aparatos y no usar carbón vegetal ni mineral para calefaccionar o cocinar dentro de un ambiente cerrado.

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