Muchos parisinos observaron embelesados y las cámaras dispararon sus luces de flash mientras el presidente Barack Obama y su esposa atravesaron las calles de la capital de Francia, aún cuando estaban confinados a la caravana presidencial.
Obama, su esposa Michelle y sus dos hijas visitaron París en forma privada coronando una gira del presidente estadounidense a Medio Oriente, Alemania y las playas de Normandía. Inclusive una visita dominical al palacio presidencial del Elíseo fue casual e íntima.
El almuerzo, que tuvo como anfitrión al presidente Nicolas Sarkozy y a su esposa, Carla, en homenaje a Michelle y a las dos hijas de Obama, pareció una fiesta por anticipado del cumpleaños de Sasha, que celebrará el miércoles su octavo cumpleaños.
Los Obama visitaron luego "Bonpoint'', un negocio para niños situado en la margen izquierda del río Sena. Sin embargo, la sencillez de la primera pareja norteamericana, tan diferente a la tradicional pompa de los jefes de estado franceses, fue algo que llamó la atención local.
Cuando cenaron el sábado por la noche en el bistró La Fontaine de Mars, se sirvió a los Obama agua, Coca Cola y vino de mesa, que acompañó a un foie gras, cordero y bistec con cebollines. Obama pagó por la comida "como cualquier otro cliente'', dijo el dueño, Jacques Boudon, en declaraciones por teléfono.
La familia Obama se despertó temprano en un domingo nublado y fresco. Poco después de las 9.00 de la mañana, llegó al Centro Pompidou, un moderno museo de arte que se ha convertido en una de las principales atracciones de París desde su inauguración en 1977.
Obama y su familia fueron a la parte superior del Centro Pompidou, que tiene una de las mejores vistas de toda la ciudad. La vertiginosa gira por París comenzó el sábado en la noche en la catedral de Notre Dame, donde Obama encendió una vela y escuchó un coro infantil. Millares de turistas se alinearon en las calles.
Luego, el matrimonio Obama fue a cenar cerca de la torre Eiffel y pernoctó posteriormente en la residencia del embajador de Estados Unidos en Francia. Obama lamentó el sábado que su cronograma trajinado le impidiese disfrutar más de sus viajes al exterior.
"Nada me encantaría más que pasar una semana de ocio en París'', dijo en Caen, Francia. "Pero, por el momento, esos días se han terminado''. Obama acabó el sábado una gira de seis días por el exterior que lo llevó a Arabia Saudí, a Egipto, Alemania y Francia.
La gira incluyó un discurso a los musulmanes el jueves en El Cairo y un viaje a un campo de concentración nazi un día más tarde. El sábado, asistió a las ceremonias del 65° aniversario de las tropas aliadas en Normandía, que inició el conteo final del dominio nazi en Europa.
Luego de las ceremonias en Normandía, Obama regresó a París con su esposa Michelle. Obama tomó el avión presidencial hacia Washington el domingo por la tarde. El lunes, planea unirse al vicepresidente Joe Biden para una sesión de gabinete sobre maneras para reavivar la economía.
AP
