El gobierno de Miguel Saiz precariza su equipo de funcionarios para evitar su disminución. Un decreto implementó la reducción horaria y salarial de las autoridades de Río Negro. Prevalece, otra vez, la permanencia pública frente a otra opción: la de un Estado con conductores y mentores más eficientes en su gestión.
En dos meses, el ajuste de su planta política de 414 funcionarios se transformó en una baja de un 9%. En mayo se abonó a 37 funcionarios menos, pero aún se desconocen los decretos. La persistente resistencia a las dimisiones alentó esta figura del "part time", con un horario matutino de seis horas y un recorte de las remuneraciones del 43 al 52 por ciento.
Esta medida pretende la disminución de la partida de planta política, como se anunció a fines de marzo. Lo logrará, pero el resultado más contundente es la mayor precariedad en el equipo de funcionarios. Ya estropeado, este conjunto subsistirá, profundizando la ausencia de pertenencia y compromiso con el Estado. Algunos que perduren tendrán haberes "part time" de 1.650 pesos, casi el equivalente al mínimo de la administración pública.
El gobierno provincial se resiste a cambios en la estructura política, hoy sobredimensionada y con remuneraciones bajas. Los montos promedios en los funcionarios rondan los 2.500 pesos. Ese haber de recibo se completa con un pago "en negro" que se distribuye (alcanza al rango de directores generales), los viáticos y otros adicionales.
Los sueldos de los funcionarios no recibieron el incremento del 11 al 15% establecidos en el resto de la administración pública.
Incluso, el gobernador anunció un ajuste de esas partidas del 20%, supeditada a reducción de sus haberes o de designaciones.
En marzo, el Poder Ejecutivo totalizó una planta de 414 funcionarios. En el 2003, Pablo Verani concluyó sus mandatos con menos de 200 nombramientos, aunque también existía el "cargo crítico", que era una bonificación política a ciertos empleados de carrera.
La provincia abonó en abril a 401 funcionarios y cayó a 377 cargos en el cronograma de mayo. La baja representa 37 cargos, es decir, casi un 9%. Los decretos de renuncias no fueron aún publicados en el Boletín Oficial, incluso los formalizados no llegan a las 25 dimisiones, muchas de ellas, viejos cargos acumulados en las gestiones radicales.
Con cinco años en la gestión provincial, Saiz transformó en certeza su firme rechazo a los cambios. Las renuncias de funcionarios siempre respondieron a decisiones ajenas y cuando el gobernador se decidió por esas exclusiones, otros fueron los encargados de las operaciones de exoneración, como las idas de los ministros Juan José Rodríguez de Educación, Francisco Busso de Salud y Oscar Idoeta de Familia. Igual, todos siguen en el equipo gubernamental.
Las más insólitas respuestas individuales reciben de parte de Saiz sus colaboradores cuando llegan a su despacho con la pretensión de ciertas remociones. Alusiones a cuestiones personales económicas o familiares son razones excluyentes para la permanencia de los mismos. Ningún funcionario se va en un mal momento de su vida. Entonces nadie se va, admiten.
El decreto Nº 285, firmado el 21 de mayo, fija una escala especial para las autoridades a partir del 1º de mayo, consideradas como "dedicación funcional par time", con un horario a cumplir de seis horas, de 8 a 14. La remuneración se reduce en un 43%.
ADRIÁN PECOLLO
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