La decisión de la organización continental fue criticada ayer en EE.UU., donde siete legisladores republicanos presentaron un proyecto de ley para suspender el aporte financiero de su país a la OEA si Cuba es readmitida.
En tanto, en La Habana opositores cubanos lamentaron que la "oveja descarriada" no quiera volver a la OEA en momentos en que cuenta con el apoyo de la región y hay distensión con el gobierno de Obama. "Si hay algo que el gobierno cubano teme es a que el derecho internacional coloque cada vez más como sujeto a la persona en detrimento del poder totalitario del Estado", dijo en una nota un grupo de disidentes.
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