ROCA (AR).- Con un recurso de queja ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación, el juez de instrucción de Roca Pablo Iribarren intenta revertir la sanción por mal desempeño de sus funciones que le aplicó en septiembre del año pasado el Consejo de la Magistratura provincial. El magistrado, titular del Juzgado de Instrucción Nº 12 de esta ciudad, fue suspendido de su cargo por 60 días a raíz de su intervención en la polémica liberación del ginecólogo roquense Alberto Paita, cuando éste fue recapturado luego de pasar largo tiempo prófugo de la justicia.

El rechazo de todos los recursos previos puso a Iribarren ante su última chance: presentarse directamente ante el máximo tribunal del país pidiendo que se declaren mal denegadas sus anteriores presentaciones y que se analicen sus cuestionamientos a la sentencia que lo condenó por mal desempeño.

Iribarren, a través de su nuevo recurso, planteó ante la CSJN que el rechazo de las casaciones y quejas interpuestas con anterioridad le generan "una grave lesión a sus derechos constitucionales de defensa en juicio y debido proceso". "Se han violado elementales garantías procesales de rango constitucional (principio de congruencia, principio de legalidad, principio de razonabilidad, debido proceso) de un magistrado provincial", sostiene el escrito.

Mientras tanto, El Consejo de la Magistratura hizo lugar -de manera parcial- al pedido de recusación efectuado por la defensa del Juez Pablo Iribarren, quien es investigado por su actuación en el primer Triple Crimen de Cipolletti.

El juez recusó a la mayoría de los consejeros que integran ese organismo pero en una reunión efectuada esta semana sólo se aceptó la del abogado Marcelo Campetella quien había cuestionado abiertamente a Iribarren a través de distintos medios de comunicación. La reunión estuvo encabezada por el Juez Luis Lutz y con los consejeros suplentes.