CHOS MALAL (ACHM/AN).- En esta ciudad hay más perros que familias, según datos del último censo canino realizado en todos los barrios y en la zona rural. El relevamiento arroja otro curioso resultado: dentro de la población de animales hay más machos que hembras.
El censo canino 2008/2009 dio como resultado que en los barrios viven 2.306 familias y 2.682 perros.
A través de una encuesta anónima sobre las medidas que proponen los vecinos para el control de los perros, la mayoría se inclinó por controles y multas, pero detrás de esas posiciones se ubicaron otras como la eutanasia, el encierro y la perrera.
Chos Malal es un municipio no eutanásico. Otro dato que también cobra importancia es que en la zona todavía persiste la enfermedad de la hidatidosis.
El censo comprendió el relevamiento de datos de la totalidad de los barrios de esta ciudad y también el sector chacras sur y norte.
El trabajo de recopilación y procesamiento de datos demandó 4 meses y se concretó en los barrios Uriburu, Cordillera del Viento, Parque la Hoya, Jardín, Mudón, Área de Frontera, IV División, Centenario I, II y III, Don Bosco, Las Flores y sector chacras.
Del total de 2.682 perros, se contabilizaron 1.522 machos y 1.143 hembras. En las campañas de esterilización, la municipalidad distribuyó 3.431 comprimidos a través de Zoonosis en forma conjunta con la Zona Sanitaria III.
De los doce barrios en los que se realizó el censo canino, la mayor concentración se da en el barrio Uriburu donde viven 426 familias y 547 perros.
En todas los barrios la cantidad de perros supera al número de familias, excepto y aunque por poco margen, en Jardín, Mudón y Área de Frontera, como así también en Don Bosco donde la cantidad de familias iguala a la de perros.
Un dato importante son los resultados que se obtuvieron en el sector chacras donde la población de perros duplica y hasta casi triplica la cantidad de familias.
Es así que en el sector chacras sur hay 68 familias y 201 perros y en la norte 68 familias y 141 animales.
Pero además del censo canino se efectuó una encuesta destinada a conocer la opinión de los vecinos. La mayoría de los encuestados se inclinó por controles y multas, pero también proponen eutanasia y en orden decreciente medidas tales como atarlos o encerrarlos.
Hay también quienes opinaron que se debe poner límite a la cantidad de perros a través de las esterilizaciones, la concientización y en menor porcentaje por el patentamiento y por controles de canes peligrosos.
