-La ficha...

-Nací en Viedma hace 71 años. Ascendencia suiza por parte de mi padre, italiana por parte de madre: República de San Marino. En realidad yo nací en el año 1240...

-¿Cómo es eso?

-Hace poco tiempo, desde un pequeño pueblo suizo que se llama Kipel, nos llamó una familia Lehner. Desde hacía algunos años venían armando el cuadro genealógico de la familia, cuyos orígenes se remontan a 1240, y nos habían encontrado a nosotros aquí... maravillas de internet. Bueno, paso a paso seguimos armando ese cuadro y en ese camino encontramos que en Brasil hay negros con el apellido Lehner.

-Pero ir al 1240 suizo es nada menos ni nada más que hablar de "los conjurados" de Borges, aquellos caballeros que habían tomado, en ese tiempo y en lo que iba a ser Suiza, la extraña decisión de "ser racionales"...

-Por algo Borges se fue a morir a Suiza... Y bueno, hice el secundario en el Colegio Nacional, contador egresado de la Universidad del Sur. Casado, cuatro hijos, cuatro nietos. Me dediqué y dedico a mi profesión, nunca le aflojé a la política. Vengo del peronismo, pero dejé de militar ahí en el ´90. Fui ministro de Economía de la provincia entre mayo del ´73 y enero del ´76. Con algunos amigos tenemos un campo con ovejas.

-Hace medio siglo usted comenzó a ir a la política desde el peronismo. Llegó incluso a ministro de Economía en el ´73 con el peronismo. Pero en los ´90 se alejó. ¿Qué le pasó con el peronismo?

-¡Mi peronismo! Uno va a un partido por dictado de valores con los que uno se encuentra identificado y el proceso de integración social, la incorporación de millones de seres a una vida más digna, fue lo que me llevó al peronismo. Y me alejé del peronismo con Menem en el poder, que fue la negación, el bloqueo de ese proceso. Yo no quise ser cómplice de la impunidad e iniquidad que fue consustancial al menemismo. Pero no me fui de la política. Con "Bachi" Chironi, con Oscar Meilán y con mucha gente más seguimos trabajando en espacios progresistas. En su momento fue el Frente Grande, que terminó deshecho por el arriaguismo. Pero de una u otra forma siempre estamos... Seremos materia de opinión en esto o aquello en lo que hace a las ideas, pero no se nos podrá negar nuestra lealtad a los principios más generosos que tiene la política.

-¿Nunca lo contuvo el proyecto de Kirchner?

-Contener, no. Cuando arrancó uno detectó decisiones con las que, desde la perspectiva de los valores de cómo ve la política, no se podía estar en desacuerdo. Pero inmediatamente uno también detectó que por debajo de Kirchner, en su gobierno, seguían funcionando los responsables del aniquilamiento de mucho de la Argentina, que fue el menemismo, incluso dirigentes del PJ rionegrino.

-¿Quiénes?

-Carlos Soria, Miguel Pichetto... en uno u otro plano fueron menemismo puro. Fueron consustanciales a un proyecto que envió a millones de argentinos a -disculpe la vulgaridad- la lona. A poco andar el kirchnerismo, me di cuenta de que por mis convicciones no podía estar en el kirchnerismo.

-¿No le reclama a la política una pureza ética que, si la tuviera, quizá no sería política?

-Yo no le reclamo nada. Hablo desde la escala de valores con que yo voy a la política. Además, con el correr del tiempo me di cuenta de que no tengo nada que ver con Kirchner en cuestiones básicas, cosas que hacen a cómo percibe uno el ejercicio del poder.

-¿Cuáles, por caso?

-La ausencia de autocrítica.

-Habló de los principios "más generosos" que tiene la política. ¿Cuáles?

-Ayudar a mejorar la vida de la gente... En mí, en el grupo en el que trabajo, esto no es una frase más. Es una motivación sincera, ajena a toda especulación, demagogia. Tengo una trayectoria de la mano de estas convicciones. Los rionegrinos me conocen. Y esto es lo que me mueve ahora, ya de veterano, a seguir luchando... llegar al Congreso para seguir trabajando por la provincia.

-¿Qué déficit encuentra en la política rionegrina en relación a décadas atrás, pero siempre en el marco de Río Negro?

-Si la miramos desde el poder, o sea desde el gobierno radical, la política está dominada por la "caja", no por la idea, la creatividad, la audacia de meter a la política en el futuro. Manda la "caja", no en términos de equilibrio fiscal, de racionalidad en el manejo de los recursos; la "caja" como expresión de un manejo arbitrario de los recursos en función de mantener y reproducir el clientelismo que sostiene y reproduce el mantenerse en el poder. En eso ha derivado desde hace muchos años el gobierno radical: su objetivo es la "caja". Y si tomamos la política desde el conjunto del sistema político, o sea oficialismo-oposición, bueno, a la política le falta sustancia.

-¿Sustancia en línea con lo que hoy se llama "relato" ideológico? ¿A los perdidos "relatos"?

-Está claro que donde hay política hay ideología. Pero cuando hablo de sustancia me refiero más bien al discurso fundacional de la provincia, el discurso de ver a la política como acción creativa, espacio para trabajar sobre el presente y mirando el futuro.

-¿Se volvió frondizista?

-No, ¿por qué?

-Porque lo que dijo es frondizismo del mejor cuño. Él decía que lo apasionante de la política es que siempre está en déficit en relación a la realidad. Déficit como impulso.

-Con ese convencimiento es que ahora queremos llegar al Congreso.

-¿Qué "obsesiones" lo motivan desde esa perspectiva?

-Hemos hablado mucho con "Pino" Solanas de esta cuestión porque, claro, nosotros estamos muy ligados a su proyecto. Hay cuestiones que hacen a los rionegrinos pero define Nación. Estamos en contra de la extranjerización de la tierra, estamos a favor de realizar un estudio destinado a preservar la sanidad del río Negro, una cuestión que como lo vemos a diario, por ejemplo en las páginas del "Río Negro", forma parte del interés de miles de rionegrinos. En este tema estamos manejándonos con una contradicción, en todo caso involuntaria... De hecho, no hay comuna que no quiera embellecer su costa de río y es muy legítimo que así sea. Pero las aguas que tocan esa costa están cada vez más sucias, crecientemente contaminadas, lo cual condiciona también crecientemente el uso pleno, generoso del río. No hablo de una política nacional para el río Negro, hablo de política nacional para la defensa de estas situaciones. Lo mismo está pasando con el desmonte en todo el país. Se dictó la ley de Bosques, pero paralelamente se dictó una especie de plazo para su aplicación. Consecuencia: en esos seis meses desmontaron todo lo que quedaba... Bueno, es hora de que el Parlamento se meta en estos temas.

-A escala planetaria, la política está cada vez más apurada por el "número", que no es otra cosa que cada vez somos más y más son los problemas. Usted viene de muy lejos en política, ¿cómo siente el "tiempo" que tiene la política para manejarse?

-Ese tiempo es apremio, apremio para la toma racional de decisiones, de marcar rumbos. Antes usted podía medir la calidad de un gobierno por el número... no sé, de escuelas que construía. Eso se acabó. Construir escuelas entra en el terreno de las obligaciones naturales que tiene un gobierno, es una tarea casi mecánica. El crecimiento vegetativo de la población conduce a construir más escuelas. No hay nada trascendente, de política mayor, en esa tarea. No es ninguna hazaña. Pero de esa "hazaña", por ejemplo, se regodea el gobierno rionegrino. Lo bueno sería que se regodeara de haber utilizado los recursos que durante estos años aportaron la fruticultura, el turismo, la ganadería cuando no fue flagelada por la sequía, para armar un proyecto estratégico para la provincia, un paradigma que nos integre a todos los rionegrinos de cara a un manojo común de ideas... Es increíble, pero teniendo a su alcance el Invap, una usina de ideas formidable, el gobierno ni siquiera percibe todo lo que el Invap podría darle para pensar el futuro... en lo energético, en materia de uso de la tierra.

-¿Gana?

-Luchamos para eso.

Una noche, un recuerdo

-Noches atrás iba en colectivo a Bariloche en tren de campaña. A las tres de la mañana el micro paró en Comallo, frente a una esquina donde nosotros, durante el gobierno de Mario Franco, habíamos fundado una pequeña sucursal del Banco Provincia de Río Negro... No queda nada, una tapera.
-¿Y entonces?
-Me quedé pensando en todo lo que hicimos durante ese tiempo con el banco, algo que era muy propio para los rionegrinos. El banco estaba en todas partes. Los radicales lo destruyeron. Es uno de los episodios más trágicos de la vida rionegrina. Incluso a veces pienso que a la larga la provincia tendrá que debatir si no es conveniente volver a tener un agente financiero propio. Lo que hicieron los radicales con el banco tiró un manto de olvido sobre todo lo bueno que hizo ese banco por la provincia durante años.
-Hablando de volver a ideas que no se plasmaron o situaciones que dejaron de ser pero quizá deberían ser en el futuro, ¿cuál es su relación con sacar la capital federal de Buenos Aires?
-Ése es un proyecto que hay que recuperar sí o sí. La deformación en todos los sentidos que implican el Gran Buenos Aires y la Capital Federal está estallando todos los días de una u otra manera y terminará afectando, más de lo que ya la afecta, la relación entre los argentinos y el ejercicio de la democracia, del poder político... Ése es un tema que nos mira como diciéndonos: "¿Y...?".

CARLOS TORRENGO

carlostorrengo@hotmail.com