| ||
Alivio en Alemania pero quedan interrogantes | ||
BERLÍN (DPA).- El alivio reina en Alemania después de que el gobierno anunciara un acuerdo para rescatar a la atribulada automotriz Opel, a pesar de que quedan muchos interrogantes y semanas de negociaciones por delante que podrían poner incluso en peligro lo conseguido hasta ahora. En virtud de un principio de entendimiento con la casa matriz de Opel, la ruinosa GM, el proveedor de autopartes austrocanadiense Magna acordó hacerse cargo de las actividades de GM en Europa, que incluyen a Opel y a la británica Vauxhall. En contrapartida, el gobierno de la canciller alemana, Angela Merkel, concederá un crédito puente de 1.500 millones de euros (2.100 millones de dólares), pondrá a Opel en manos de una empresa fiduciaria hasta que sea sellada la transacción y brindará garantías por 4.500 millones de euros (6.300 millones de dólares) a Magna y sus socios, el banco ruso Sberbank y la automotriz rusa Gaz. Magna anunció que eliminaría hasta 11.000 de los 55.000 puestos de trabajo de GM en Alemania, España, Polonia, Gran Bretaña y Bélgica pero aseguró que no cerraría ninguna de las cuatro plantas de Opel en Alemania. En Bruselas, ministros europeos se manifestaron preocupados de que Alemania rompiese a través del acuerdo la solidaridad europea y no considerase a las demás subsidiarias de GM en Europa. Magna aspira a largo plazo aumentar la producción de Opel hasta cinco millones de unidades, de las cuales un millón estarían destinadas al mercado ruso. Rusia tiene interés en montar modelos de Opel en las plantas de Gaz, cuya gama de modelos es anticuada, estiman expertos del ramo. | ||
Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí | ||