Domingo 31 de Mayo de 2009 Edicion impresa pag. 42 > Cultura y Espectaculos
Estelares busca el ADN de la canción nacional
La banda lanzó "Una temporada en el amor". Moretti transita el camino del pop sin prejuicios.

"Una temporada en el amor" es el título del nuevo disco de Estelares, en el que el grupo intenta nuevamente y de manera fructífera la búsqueda del ADN de la canción popular argentina.

Tras dar varias vueltas, Manuel Moretti, líder de la banda, se salió con la suya y le puso al disco un título casi cursi, más vinculado al de cantores románticos como Leonardo Favio, Nino Bravo o Raphael que a las normas que impone la ortodoxia roquera.

Y con una lírica que roza la sensibilidad y el romanticismo de cantantes como Sandro, Julio Iglesias y Roberto Carlos, pero sobre un chasis roquero bien construido por el guitarrista Víctor Bertamoni y el productor Juanchi Baleirón, es que transita el disco.

Pero el CD también incluye canciones en las que Moretti relata de manera personal su "no pertenencia" a la década de los 90 y al "menemato", como gusta definirlo. Pero la prosa de esas canciones es bien Moretti, ya que Estelares jamás tendrá la lírica adolescente y "protestona" de una banda cuasi punk.

"Este disco tiene una nueva exploración o excursión al universo de la canción, con el agregado de que la banda también se lanzó a una investigación sonora que cambió y enriqueció a muchos de los temas", le dijo Moretti a Télam.

Mientras fueron pasando las nuevas composiciones, Moretti consideró que "Una temporada..." es "el disco menos pop de Estelares, pero a la vez el de mayor contenido, el más emotivo, porque seguimos aprendiendo a hacer canciones".

La placa arranca con el hit "Cristal", la canción más pop del álbum y el que más se parece a lo producido en "Sistema nervioso central". "Melancolía" es una hermosa canción en la que andando sobre un buen riff de Bertamoni, el cantante hace un declaración de principios como compositor con frases como "le di mi vida a las canciones y no me arrepiento". Es en esa búsqueda, la de la canción pop argentina perfecta, es que Moretti va a arrojando interrogantes como "melancolía, aquí otra vez, no has tenido bastante, ya no sé qué querés de mí".

En "Las trémulas canciones" interviene el primer invitado del disco, el guitarrista Ariel Rot que arma un duelo con Bertamoni, mientras Moretti se sumerge en las aguas románticas de una prosa similar a la de Nino Bravo.

Otro invitado es Fito Páez que mete su piano y voz en una canción de los ´90, "Autobuses", que con cierto dejo a valsecito va narrando el desamparo y la mirada de rechazo de Moretti a la exhibición impúdica de riquezas durante el menemismo.

En "Máscaras", Estelares homenajea a los Beach Boys, mientras los Súper Ratones hacen los coros y se lucen en todo tipo de arreglos vocales. Algunas de las 14 canciones que integran este álbum surgieron de los cuadernos que Moretti escribe y algunas ya vieron la luz en dos CD rom que un fan tucumano subió a la web.

En unos años de parate de Estelares entre el ´98 y el 2001, Moretti grabó casi 40 canciones en un formato low fi en dos discos, uno de los cuales está titulado "La mañana del aviador" y el otro "El mundo al revés".

Esos discos hoy son de culto y de allí surgieron "Hoteles", "Superacción", "Un viaje a Irlanda", "Tanta Gente" y "Autobuses" que se sumaron a las nuevas canciones.

Y "Superacción" arroja polaroids como las "estaciones de servicio con la foto de Diego campeón en el ´86" o mirar las películas de "Sábados de súper acción" en el viejo y estatal Canal 11.

"4 Chicos" es una canción a lo Byrds, con hermosos arreglos de Bertamoni que emula a Roger McGuinn y su Rickenbacker de 12 cuerdas, mientras Moretti canta sobre amigos.

Otra pieza de contenido es la roquera "Tanta gente" en la que Moretti se planta con frases como "los fascistas de siempre no tienen dos dedos de frente" o "el país de la terraza solitaria y la falopa".

Precisamente en la guitarrera los "90" que recuerda al Big Star de Alex Chilton, Moretti cuenta cómo en esa época se convirtió en un puerco espín irascible.

"Hoteles" tiene un aire rítmico similar al de las baladas que el stone Keith Richards le dio a sus discos solistas "Talk is cheap" y "Main offender", y consiste en una parodia sobre la soledad, imaginando la situación de vida en aeropuertos, aviones, micros y hoteles, por los que atraviesa un rockstar.

Con "Mil abejas", Moretti concreta el sueño de tener su propia Lullaby, su canción de cuna, que le dedica a su hija, en formato acústico.

Aunque Moretti es de Junín, sus compañeros Bertamoni, el baterista Carlos Sánchez y el bajista Pablo "Pali" Silvera son de La Plata y de ese espíritu está impregnada "No hay más". El cierre es con la muy Radiohead, "Un viaje a Irlanda", que arranca a piano y luego la banda la convierte en una oda sónica. (Télam)

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí