Soy paciente del hospital Castro Rendón. El 4 de marzo próximo pasado ingreso por urgencias con un cuadro grave.
A pesar de la falta de insumos, el equipo de profesionales (médicos, enfermeras, etc.) realizó su trabajo con absoluta dedicación.
Esto que comento es sólo el principio de una gran lucha. El diagnóstico: cáncer.
Me tengo que someter a una segunda intervención y "el hospital de paro". Pensé: Dios, qué va a pasar conmigo ahora, sin obra social ni los recursos suficientes...
Ahí es cuando conozco un grupo humano maravilloso.
Estoy hablando del tercer piso de Ginecología: mi médico, Guillermo Suttaro, y su equipo, Dra. Soledad Cabrera, Vanessa Gasparini, que atendieron cada complicación con gran calidad humana, y no menciono lo profesional porque eso lo doy por sentado.
No quiero olvidarme de las enfermeras, que no sólo ponen inyecciones o toman temperatura sino que te hacen sentir que "vamos para adelante", que "te tenés que recuperar pronto", "levantate", "caminá", etc.
Gracias Wanda, Mari, Mariana y tantas otras. Todos, médicos, enfermeras y la recepcionista. Gracias Alejandra por tu sencillez, buenos modales y la disponibilidad que tenés para tratar de ayudar a familiares de los enfermos.
No tengo mucho más para decir que agradecer a la gente de la cocina, camilleros, ordenanza, etc. Decir que a pesar de los paros, la crisis, los gobiernos ausentes, en muchas formas hay personas haciendo su trabajo, con el corazón.
Yo estoy enferma, sí, pero estoy confiada, tranquila porque me atiendo en el hospital regional Castro Rendón.
¡Gracias, infinitas gracias!
Adela Torres, 17.757.138
Neuquén