Gustavo Cordera, líder de Bersuit Vergarabat, acaba de editar su disco solista "Cordera suelto". Y el lanzamiento viene acompañado de palabras fuertes: "El barco rock es el Titanic a punto de hundirse". "La escena roquera local si no muta en diversidad, va a desaparecer". Esas son dos de sus frases de cabecera.
Cordera aclaró que el hecho de que tanto él como el tecladista Juan Subirá hayan editado sendos discos solistas, no significa que La Bersuit se separe, sino que "es un espacio de transformación y libertad".
Seguro en su verborragia, jugoso en sus declaraciones, Cordera retomó sus cuestionamientos al rock, tanto a la actitud como a lo musical, pero también a los roqueros en general.
A lo largo de la carrera de Bersuit, Cordera criticó la "futbolización" del rock y le reclamó a los seguidores de la banda el "no uso de bengalas y banderas". "El fútbol ayudó mucho a que el rock se haga bruto, se ponga fascista, por eso siempre detesté las banderas y las bengalas", señaló Cordera, a tono con una crítica que en los días pos-Cromañón lo llevó a cuestionar a Callejeros por su actitud frente al uso de pirotecnia.
-¿Más allá de editar este disco, el mensaje al seguidor de Bersuit es que la banda no se separa?
-En principio la palabra seguidor no me gusta porque encierra y determina. Me gusta más acompañante, compañeros de viaje, amigos con los cuales comparto la música. Seguidor es esta cosa de meterte en la página web a ver qué opina la gente y ver, a partir de eso, qué hacés con tu vida. Eso tiene más que ver con el fútbol, con la presión y la coerción que las hinchadas ejercen sobre los jugadores, y me rebelo contra eso. La música es una expresión de libertad, el arte también lo es y si eso implica que la gente se sienta traicionada, lo voy a hacer de buen gusto y de buena manera.
"Prometer hace tan mal como cumplir, es mejor traicionarse que dejarse morir", dice una de las canciones del disco.
-Las dudas surgen porque vos y Juan sacan sus discos solistas cuando se fue Ciro Pertussi de Attaque 77 y se disuelven los Piojos.
-Es un buen criterio el de los integrantes de las grandes bandas, dejar de lado todo porque el barco rock es el Titanic a punto de hundirse. Es muy triste lo que digo pero si lo mirás desde otro punto de vista es necesario que eso pase. La poesía rock, la música rock ya hartaron. El rock ya es como la música clásica, forma cada vez más parte de un ghetto reducido y reaccionario. El fútbol ayudó mucho a que el rock se haga bruto se ponga fascista. Siempre le digo al público que ponga su rostro en las banderas, no los nuestros, que no busquen referentes para poder ser alguien.
-¿Por qué pensás que el rock se volvió fascista?
-Porque después tenés al publico maltratándote porque adoptás nuevas formas, haciendo una fuerza enorme para que no cambies, y por suerte el público que sigue a Bersuit de alguna manera empezó a celebrar la diversidad y esa es una conquista nuestra porque nosotros apartamos toda esa cosa fascista del rock.
-¿La sentencia sobre la tragedia de Cromañón será el epílogo de este momento del rock?
-Sí, es un síntoma bastante interesante de esta decadencia, esas formas de rock llegaron a su fin. Posiblemente vayan a ser retenidas por algunos ghettos conservadores muy apasionados, pero no aportan nada ni a la evolución ni a la poesía ni a la música. A mí lo que me importa de todos los movimientos artísticos es el arte, no el aguante, las banderas, las bengalas, ni aquel que te llama careta o grita "yo me la banco". Esa historia siempre me produjo mucha aprehensión y los que se aferren a ese barco se van a hundir.
-¿Esta crisis es local o global?
-No, es mundial. Si el rock no empieza a explorar se muere, porque lo que se viene es folclore, es reggaeton, cumbia, samba, las murgas callejeras, el pop experimental. Si el rock no muta en diversidad y absorbe los mundos reales que se dan en cada región, va a desaparecer. Si vos vivís en un lugar donde suenan estos ritmos y querés sonar como una banda americana, sos un careta, porque esa música está en tu sangre, es la música que te es familiar lo admitas o no. Es respirar la música del lugar en que vivís, es lo que te pasa adentro. Por eso hoy el rock es careta, porque se niega a ver eso.