NEUQUÉN (AN).- Una familia neuquina de buen pasar económico fue descubierta ayer por la policía provincial tras intentar vender una importante cantidad de restos fósiles y puntas de flechas. La transacción había sido promocionada a través de Internet y fue detectada por uniformados de otra provincia.
Los móviles de la Dirección de Investigaciones policiales alteraron ayer por la mañana la tranquilidad del barrio Río Grande, para proceder a cumplir con el allanamiento ordenando por el Juzgado de Instrucción 6, que comprendió a la vivienda ubicada en Los Araucanos al 2300.
En esa casa los efectivos demoraron a los cuatro integrantes del grupo familiar: el padre, la madre, la hija y el marido de esta última. Además se indicó que los cuatro miembros de la familia quedaron vinculados con la investigación por el hurto, traslado e intento de comercialización de restos fósiles, un delito que por las leyes provinciales es penado con una multa, pero que por la nueva legislación nacional puede ser castigado con entre 6 meses y tres años de cárcel.
"La información del caso llegó a la policía neuquina a través de la policía de otra provincia del sur que tomó conocimiento de que gente de aquí estaba intentando vender restos fósiles", explicó el comisario Nicolás Nievas. "Esta gente daba su teléfono y detalles de los fósiles por Internet y sabemos que tuvieron varias consultas de interesados de varias zonas del país", detalló Nievas.
En la vivienda, de grandes dimensiones, los efectivos secuestraron una treintena de piezas fósiles compuesta por troncos, huesos y piñas fosilizados y una quincena de puntas de flecha. "Por lo que esta gente ha dicho los restos habrían sido traídos desde otra provincia de la Patagonia, porque esta familia si bien vive acá, sería de Comodoro Rivadavia", explicó el director provincial de Patrimonio Cultural, Juan Isasi. El paleontólogo detalló que el lunes se analizará "en detalle estas piezas para analizar el valor que tienen y ver si pueden ser restituidas a los lugares de donde fueron tomadas, para evitar que pasen a integrar el depósito que tenemos de materiales secuestrados".
Isasi señaló que "es muy triste que la gente hurte este tipo de piezas y después las quiera vender pensando que ganarán mucho dinero cuando en realidad al haber sido tomadas sin recaudos pierden el valor científico que es el que le da la mayor parte del valor comercial". Agregó que "la gente tiene que comprender que es muy grave hurtar y mucho más poner en venta el patrimonio cultural del país y de provincia".
Para garantizar la preservación de las piezas, el procedimiento policial fue desarrollado con el apoyo de un geólogo de la secretaría de Cultura de la provincia, quien señaló que a simple vista se trataría de piezas provenientes de una zona influenciada por el mar.