Independiente evidenció ayer ante Central, los mismos problemas que lo aquejaron en gran parte de Clausura. Falta de coordinación, errores defensivos y carencia de ideas a la hora de atacar. Pero lo tiene al Rolfi, que una vez más salió al rescate de su equipo.
Montenegro fue el gran responsable de la victoria Roja de 3-1 sobre el Canaya, que mereció mejor suerte. El capitán del equipo de Américo Gallego fue el autor de los tres tantos y es el máximo artillero del torneo con 12 goles.
El clima previo en el "Tomás Adolfo Ducó" de Parque Patricios no era el mejor. Las banderas rojas invertidas en toda la geografía del estadio, hablaban ya de un malestar manifiesto de los hinchas, luego de las tres caídas consecutivas que llevaba el ´Rojo´. Y la cosa no comenzó bien para Independiente.
En el primer tiempo, Central fue muy superior, ya que manejó la pelota y dispuso de las mejores situaciones para convertir. El ´Rojo´ jugó mal, no tuvo peso en la media cancha y adelante tampoco se mostró ordenado y efectivo. Sin embargo, logró el primer gol por intermedio de Daniel Montenegro, tras un centro de Guillermo Rodríguez, que el ´Rolfi´ mandó a la red cuando se jugaban 14 minutos.
La ventaja no despertó al Rojo que siguió siendo superado por Central. El equipo visitante creó varias situaciones de riesgo que marraron José Vizcarra y Ezequiel González entre las más claras. Además, Fabián Assmann se transformó en figura al detenerle dos tiros libres al uruguayo Pablo Lima.
En el comienzo del ST, Independiente pudo aumentar, pero el cabezazo de Montenegro se fue cerca del palo izquierdo de Jorge Braun. Pero el capitán se desquitó a los 21´ cuando sacó un violento disparo desde fuera del área, que superó al arquero centralista y puso el hasta a esa altura un inmerecido 2 a 0.
Parecía que no pasaba más nada, pero otra vez (35 minutos) el Rolfi, con otro remate desde lejos, esta vez de tiro libre, estableció el exagerado 3 a 0. Central no merecía estar perdiendo por semejante diferencia. Antes del final Emilio Zelaya descontó, pero ya era tarde. El canaya pagó caro su inoperancia ofensiva y sigue en zona de promoción.