BUENOS AIRES (ABA).- Un extraña sensación invade las filas de los peronistas críticos a Kirchner en la provincia de Buenos Aires. ¿Cómo se puede estar tan cerca del batacazo y tan lejos de un armado serio?
Las últimas peleas entre los máximos referentes del proyecto que encarna el empresario Francisco De Narváez, son un fiel reflejo de que lo que nace como mero antagonismo no tiene sobrevida después de un acto eleccionario.
De hecho, ya nadie apuesta a que Felipe Solá tenga cabida en esta apuesta, tras el 28 de junio, y hasta algunos señalan en "off" sobre la posibilidad de que pegue un portazo en los próximos días.
En tanto, ex seguidores de Eduardo Duhalde aseguran que su enojo es absoluto con "el colorado", por entender que esta "desperonizando" la campaña. En traducción más llana, significa que le han llegado las quejas de decenas de dirigentes, que quedaron desairados en las listas colectoras, que no inscribió el apoderado de Unión Pro.
A la vez, sectores del PJ tradicional cuestionan al empresario por considerarlo personalista, y amenazan con restarle apoyo. El "colorado" sigue convencido de encarnar el cambio y de tener chances reales frente a Néstor Kirchner.
Su imagen de ganador sigue recorriendo las pantallas, en numerosos spots. Mucho antes de que arrancara oficialmente la campaña, ya De Narváez demostraba poder económico para diseñar una estrategia inteligente y audaz.
El dinero que invirtió en hacer difundir sus ideas, fue criticado ampliamente por el gobierno, pero también por actuales socios, que refunfuñan por no tener tantos focos de atención.
Dos campañas diferentes se dibujan en la provincia: la de Néstor Kirchner que gasta la suela de sus zapatos en el segundo cordón del conurbano y la de De Narváez que apuesta todo a lo mediático.
La distancia con los ex duhaldistas tiende a complicar a De Narváez. Se dificulta su aspiración de tener cubierta de forma eficiente la fiscalización de la elección. El otro inconveniente pasa por la repentina legitimación de la candidatura del ex subcomisario Luis Abelardo Patti, que es alentada por estos sectores peronistas heridos.
Duhalde ya anticipó que peleará por la presidencia del Partido Justicialista de la provincia de Buenos Aires. Cree que ninguno de los demás actores políticos peronistas tiene mayores derechos adquiridos que él.
Ruidos demasiados estridentes para De Narváez, quien prefiere recostarse en las figuras de Mauricio Macri y Gabriela Michetti. Lo nuevo también quiere nacer en el peronismo pero el parto es muy complicado.
Macri justifica ausencia
El jefe de Gobierno y líder del PRO, Mauricio Macri, justificó ayer la falta de protagonismo del candidato bonaerense Felipe Solá en comparación con Francisco De Narváez, al sostener que "las campañas giran en torno a las primeras figuras" de cada lista.
"Siempre las campañas giran alrededor del primer candidato, ¿Ustedes vieron carteles con Esteban Bullrich? Esto es más viejo que yo, hace casi un siglo que se hace así", sostuvo, en declaraciones a la prensa.
De este modo, uno de los tres socios que tiene el frente opositor salió a minimizar un desplazamiento del ex gobernador de la campaña electoral que muestra al primer candidato Francisco de Narváez junto a Macri y a la candidata porteña Gabriela Miche-tti.
