"Bianchi, si querés a Boca asumí como DT", se leía en letras negras sobre el lienzo blanco colgado en la baranda de la tribuna de Casa Amarilla, mientras los suplentes y los titulares de Boca jugaban un partido de entrenamiento con los dientes demasiado apretadas. Pocos minutos después, un empleado se acercó a su portador y le pidió que la retirara "por respeto al técnico". Un rato más tarde, la bandera reapareció, esta vez en el alambrado de la cabecera del campo más cercana a "La Bombonerita", sector al cual no se permite el acceso de público, y allí permaneció hasta el final del entrenamiento.

Mientras esto sucedía, Carlos Ischia dirigía la primera práctica de fútbol de la semana, en la cual, los suplentes golearon a los titulares 5 a 1, con tres Nicolás Gaitán y dos de Pablo Mouche. Los titulares que paró el aún entrenador fueron Abbondanzieri; Ibarra, Gastón Sauro, Cáceres y Krupoviesa; Vargas, Battaglia y Chávez; Riquelme; Palacio y Palermo.

Durante el juego y mientras los goles de los suplentes se sucedían uno a otro, Krupoviesa y Mouche protagonizaron varios roces. Primero Krupoviesa le entró muy fuerte a Mouche y transcurridos unos minutos fue el delantero quien se arrojó a los pies de su rival con más vehemencia de la normal. Algo le dijo Krupoviesa cuando se levantaban, y Mouche respondió: "Cuando vos pegás nadie te dice nada". "Juguemos tranquilos", pidió, desde su arco, Abbondanzieri, en su intervención más afortunada del día.

Poco más tarde, Mouche saltó cerca del círculo central, Krupoviesa saltó con él y hubo un contacto fuerte del antebrazo del defensor con la nuca del delantero, que demoró unos cuantos segundos en poder levantarse.

Finalizado el entrenamiento, cuando Mouche se dirigía a su automóvil, se dio un breve diálogo con el grupo de periodistas.

-¿Cómo andás, Pablo?

-Espectacular, como siempre. Yo disfruto de la vida, nadie disfruta de la vida como yo.

-¿Qué pasó?

- ¿Que qué pasó? ¿No lo viste? Metí dos golazos, después me fui a bañar y ahora me voy a mi casa.

Fin

Pasado el mediodía, Sebastián Battaglia mostró su enojo con los dirigentes de Boca en relación a su contrato, que es mucho menor al de varios de sus compañeros. "No he sido valorado como otros jugadores", afirmó el mediocampista central, en un programa de TyC Sports. Cuando le preguntaron por qué se sentía así, el mediocampista respondió: "Hay millones cosas que molestan y fastidian". Mientras, la dirigencia de Boca sigue convencida de que Carlos Bianchi finalmente aceptará ser el entrenador. Incluso , ya tienen el nombre del nuevo manager: Osvaldo Piazza.

Eso sí, reconocen que no hubo contactos con ninguno...