Viernes 29 de Mayo de 2009 Edicion impresa pag. 28 > Sociedad
Dramáticos momentos por aluvión en paraje rural
Rollizos, piedras y barro descendieron por laderas del cerro Huemul, aplastando ganado de la población Paillalafquén. La familia salió ilesa, pero perdió ganado para su subsistencia.

JUNÍN DE LOS ANDES (ASM).- Una avalancha de piedra y barro mató ganado y a poco estuvo de arrasar con viviendas de la población Paillalafquén, como consecuencia del temporal desatado la pasada semana. El aluvión también se llevó parte de las instalaciones del camping agreste a orillas del lago Paimún. El dramático suceso recién trascendió ayer, cuando el poblador Felipe Paillalafquén hizo la denuncia por el ganado muerto o desaparecido, en procura de asistencia oficial.

El paraje está a 60 kilómetros de Junín de los Andes, en la unión de los lagos Huechulafquen y Paimún, en el Parque Nacional Lanín y a escasos kilómetros del límite con Chile. Paillalafquén relató que el pasado viernes, cuando arreciaba la lluvia en la zona, alrededor de las 19.30, "escuchamos un gran estruendo" seguido del sonido característico de los palos al quebrarse.

En ese momento los miembros de la familia estaban en sus viviendas. Estaban aturdidos y alarmados por lo que ya habían identificado como una "rodada", que venía del cerro Huemul y atravesaba el arroyo Cementerio. "Está claro que el terreno se aflojó y comenzó a barrer el bosque", graficó el poblador.

El aluvión de barro, piedras, arenas y troncos rollizos de coihue, de un metro de diámetro, siguió su camino hasta el lago Paimún, pasando a un lado y otro de las casas. Rita Paillalafquén no ocultó su asombro, porque "los troncos pasaban por al lado de la casa y bien pudieran haberla arrastrado". La población consiste en tres casas, una de las cuales quedó en medio del deslave. Cuando pasó lo peor "fuimos a buscar a mi hija Carmen -que estaba en una de las viviendas- con sus hijos. Gracias a Dios no les pasó nada", relató.

Sin embargo, pasadas las primeras horas y luego de una recorrida, los Paillalafquén se encontraron con que el ganado no había corrido con la misma suerte. Al menos contaron cuatro ovejas muertas pero hay cuando menos otras ocho que quedaron debajo del barro y los rollizos. La cría de lanares y vacunos es la principal actividad en ese lugar, aunque en escala de subsistencia.

Varias de las ovejas estaban preñadas, dijo Paillalafquén La familia dio cuenta del suceso a la seccional de Gendarmería y al guardaparque, que de inmediato acudieron para prestar ayuda. Como se apuntó, ninguno de la decena de integrantes de la familia resultó con heridas o lesiones.

Los Paillalafquén administran el camping agreste de Ecufué, conocido como "Cascada del Diablo". Ese lugar también fue afectado por el desmoronamiento, llevándose consigo mesas, bancos y fogones. "Está todo aplastado, hay que limpiar y arreglar porque así no se puede seguir", dijo el poblador, quien recordó que en agosto del pasado año ocurrió un fenómeno similar, aunque no de la misma envergadura. Sin embargo, dijo Rita, "el año pasado también pedimos ayuda pero no conseguimos nada de las autoridades, así que esperamos que este año colaboren, porque hemos perdido mucho con la muerte del ganado".

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