Gran Bretaña y el público mundial de YouTube han expresado preocupación por la presión que lleva la cantante escocesa Susan Boyle sobre los hombros al acercarse la final del programa de concurso que la lanzó a la fama.
La gran final de Boyle en el concurso de talento de la televisión británica es el sábado, y el país ha estado debatiendo y chismorreando si los nervios de la voluntaria de iglesia de 48 años le robarán la victoria que muchos sienten que merece.
Los productores de "Britain's Got Talent'', el lugar del improbable éxito de Boyle, no hicieron nada por apaciguar la histeria cuando uno de los jueces dijo en televisión nacional que Boyle estaba tan furiosa por la ardiente cobertura mediática que había empacado sus maletas y amenazó con renunciar.
Pero el viernes, su vocera confirmó que la final seguía adelante como está planeado. Boyle se convirtió en favorita de la competencia casi inmediatamente después de su primera aparición, a principios del mes pasado. Su desaliñada apariencia despertó miradas de incredulidad del público, pero su voz silenció a los dudosos y la hizo una estrella de Internet.
La historia de su vida (cuidó de su madre viuda por años y dijo que nunca le han dado su primer beso) también ayudó a conquistar la atención de los medios. Boyle no ha actuado desde el domingo, cuando pasó a las finales.
Pero eso ha alejado su nombre de los titulares: "Punto de eBoylición'' (ebullición), escribió el Daily Mirror. "Amenazan con echar a Susan'', publicó The Sun. "Temor por la estrella Susan'', advirtió el Daily Express.
Reportes de comportamiento errático exacerbaron la preocupación. Boyle hizo un berrinche tras ser acosada por un par de periodistas el miércoles frente al hotel donde se hospeda en Londres, dijo su vocera a condición de anonimato, porque representa a todos los concursantes del programa.
Previamente, un reporte indicó que testigos vieron a Boyle haciéndole un gesto obsceno al televisor de un hotel cuando el juez Piers Morgan alabó fastuosamente al concursante Shaheen Jafargholi, de 12 años, durante otra transmisión de semifinales.
Morgan, un ex editor de tabloides, salió en defensa de la cantante. "Susan Boyle nunca había vivido nada como esto, es como un conejo asustado por las luces'', escribió en su blog el jueves. "Hoy hago un llamado a todo el mundo para que la dejen en paz''.
Otros medios expresaron preocupación de que Boyle, quien tuvo dificultades de aprendizaje en su juventud y fue intimidada por otros niños, recorría un camino más escabroso de lo que podría soportar. David Wilson, quien sirvió como psicólogo en "Big Brother'', un reality show británico rutinariamente señalado como explotador e insensible, dijo que "Britain's Got Talent'' hacía que el otro show luciera como santo.
Boyle fue "un cordero psicológico para el matadero'', escribió en The Daily Mail. La vocera de Boyle dijo que la flamante estrella recibía el apoyo necesario de los productores del show. Y Morgan escribió en su blog el viernes, para tranquilizar a los lectores, que Boyle era "una dama dura que ha tenido que luchar desde el día que nació, y no hay manera que vaya a renunciar ahora como algunos periódicos parecen sugerir, créanme''.