ZAPALA (AZ).- Beneficiarios de pensiones graciables de la provincia reclamaron que el gobierno neuquino equipare sus ingresos con los beneficiarios del ámbito nacional. Actualmente, estas personas están percibiendo un magro salario de 317 pesos y pretenden que la provincia incremente ese monto a 700 pesos.
Para concretar el pedido ya le enviaron una solicitud de audiencia al gobernador Jorge Sapag que todavía no fue respondida. En caso de no abrirse una mesa de diálogo, amenazaron con cortar la ruta. "Es una vergüenza, nadie puede vivir con $ 317 y comprar la medicación que muchos de nosotros necesitamos" indicó uno de los beneficiarios de este programa que ayer se congregaron en la oficina de la CTA.
De acuerdo con los registros que manejan los propios pensionados, solo en Zapala existen 600 personas que perciben este aporte. En la provincia el número total treparía a unos 4.500.