SEÚL.- Corea del Sur y Estados Unidos aumentaron ayer su nivel de alerta y movilización militar ante las amenazas de Corea del Norte de atacar a Seúl, mientras la comunidad internacional buscaba un acuerdo sobre las sanciones a imponer a Pyongyang por su segunda prueba nuclear.
El régimen comunista norcoreano declaró el miércoles no estar ya vinculado al armisticio que puso fin a la guerra de Corea (1950-1953) y amenazó a Seúl con un ataque militar. "La comandancia de las fuerzas conjuntas estadounidenses-surcoreanas aumentó al nivel dos sus dispositivos de alerta", anunció el jueves el ministerio surcoreano de Defensa.
"La vigilancia sobre Corea del Norte se reforzará y se movilizarán más aviones y personal", precisó el portavoz del ministerio, Won Tae-Jae.
La secretaria de Estado norteamericana, Hillary Clinton, había señalado el miércoles que su país honrará su compromiso de defender Corea del Sur, donde tiene 28.500 hombres.
La alerta se eleva al nivel dos por cuarta vez desde 1982.
La última vez fue en 2006, con motivo del primer ensayo nuclear norcoreano.
Tras su segundo ensayo, llevado a cabo el lunes y condenado por el Consejo de Seguridad de la ONU, Pyongyang alzó el tono con su amenaza directa de ataque contra su vecina del Sur.
Esa amenaza fue la reacción a la decisión de Seúl de sumarse a la Iniciativa de Seguridad contra la Proliferación (PSI) lanzada por Estados Unidos en 2003, que prevé maniobras militares y autoriza la detención en alto mar de barcos sospechosos de transportar material nuclear y otras armas de destrucción masiva.
Los norcoreanos consideraron que la decisión de Seúl equivalía a "una declaración de guerra". (AFP)