Jueves 28 de Mayo de 2009 Edicion impresa pag. 5 > Nacionales
Cristina protestó, pero Chávez habló de ´bromas´
Venezuela tuvo que aclarar que no discrimina al país. Ante el enojo K, echó la culpa a la prensa argentina.

Un agrio llamado telefónico de la presidenta, Cristina Fernández, marcó la antesala para la difusión de un comunicado oficial del gobierno venezolano, que ayer ratificó "todo su respeto y su confianza por el pueblo, por su gobierno y por los empresarios argentinos".

En este contexto, la Cancillería de ese país sostuvo que un comentario del presidente Hugo Chávez con su par Lula da Silva -dándole garantías de que no estatizaría ninguna empresa brasileña- fue hecho "en tono de broma".

La explicación le sirvió al gobierno de Caracas para denunciar que algunos medios de prensa argentinos desataron una "feroz campaña de difamación", con la intención de "hacer creer al pueblo argentino que las empresas y, en general, los intereses argentinos, estarían amenazados en nuestro país".

Según confirmó ayer la agencia oficial Télam, la presidenta se comunicó telefónicamente con Chávez el martes, al tomar conocimiento del comentario -en una reunión a puertas cerradas con Lula- de que Venezuela estaría en proceso de nacionalización de empresas menos las brasileñas.

Chávez le negó a Cristina haber realizado tales afirmaciones, por lo cual la presidenta le solicitó que realizara entonces una desmentida pública de las versiones periodísticas, que dio a conocer el Ministerio de Relaciones Exteriores venezolano.

Fuentes de la Casa Rosada refirieron "Río Negro" que el contacto telefónico entre Chávez y Cristina fue el martes por la noche, luego de que la presidenta reprochara públicamente a las autoridades de Techint, haber depositado en el exterior y no en la Argentina, los primeros 400.000 dólares en concepto de indemnización por la estatización de la siderúrgica Sidor.

"Si eso es así -habría protestado Cristina en relación al trato preferencial hacia Brasil- implicaría un grado de discriminación y discrecionalidad que excede la esfera de soberanía propia de cada Estado independiente y significaría una actitud inaceptable entre naciones democráticas de derecho, además de ser absolutamente contradictorio con los acuerdos estratégicos que nuestro país ha celebrado con la República de Venezuela".

Anoche, después del comunicado oficial de la Cancillería venezolana, el gobierno argentino dijo estar "conforme" con las explicaciones.

"El gobierno nacional está conforme con la respuesta" de Chávez, aseguró el ministro del Interior, Florencio Randazzo en declaraciones a Radio 10.

De todas maneras, lo que estará en discusión en los próximos días será el pedido de la Unión Industrial Argentina (UIA) para que se le niegue al régimen de Chávez la posibilidad de sumarse como miembro pleno del Mercosur. Paradójicamente, el Congreso argentino abrió esa puerta, no así el brasileño.

El secretario permanente del Mercosur, Carlos "Chacho" Alvarez, tiene entre manos un proyecto que garantizaría protección para las empresas de los países que forman el bloque regional, similar a las normas de la Unión Europea. (ABA/Télam/DPA)

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