La moribunda investigación por la masacre de la AMIA revivió sorpresivamente con el fallo de la Corte que resolvió retomar las pruebas contra el primer detenido, Carlos Telleldín, el hombre que entregó la camioneta bomba una semana antes de la masacre.

Como si fuera posible retroceder casi tres lustros, los responsables de esclarecer la masacre deberán volver sobre el arma del crimen: la camioneta Trafic que explotó en Pasteur 633 el 18 de julio de 1994 y mató a 85 personas.

Tendrán que unir así los hilos que quedaron sueltos en aquellos primeros 14 meses de instrucción para encontrar nuevos rastros que permitan avanzar.

Hasta ahora, las especulaciones sólo indicaban que la Corte validaría el reabrir la investigación contra los policías bonaerenses por los delitos comunes que se descubrieron durante la tramitación de la causa principal.

Pero la decisión de la Corte ahora abre la puerta para volver a juzgar a Telleldín y también para que vayan al banquillo muchos de los personajes que estuvieron alrededor del ex reducidor de autos y que nunca fueron acusados por la masacre.

Ana Boragni, esposa de Telleldín y encargada de cobrar los 400 mil dólares de la SIDE, y los mecánicos Ariel Nizcaner y Miguel Cotoras podrían ser sólo algunos de los que volverían bajo la lupa de los tribunales.

Es que los investigadores de la causa AMIA deberán volver a examinar las pruebas que había sobre Telleldín y su entorno hasta el 31 de octubre de 1995.

Ese día, el juez Juan José Galeano abrió la llamada "causa Brigadas", en donde se ventilaron una serie de extorsiones por parte de policías bonaerenses que denunció Telleldín, entonces único detenido en la causa. Hacía allí se apuntará ahora.

PATRICIA FERNáNDEZ
(DyN)