El cielo es azulgrana desde el 27 de mayo. Barcelona está destinado a quedar en la historia como un club de ángeles que riegan el césped con el mejor perfume futbolístico. El Viejo Continente se rindió a los pies de un equipo inigualable, elegido para marcar una época y entrar en la leyenda.
El Manchester United, seguramente el segundo mejor conjunto del planeta, conocía el desenlace como el gladiador que sabía su final en el Coliseo que dominaba el César. No le bastó al equipo inglés con ser el defensor del título y acabó hipnotizado por un fútbol imperial y celestial.
Después de los primeros minutos de zozobra, el Barça se encargó del equipo de Ferguson y sus 35 partidos invictos en Liga de Campeones. El sufrimiento inicial del ganador -Cristiano Ronaldo pateó al arco con peligro tres veces antes de los 10´- se fue disipando a medida que Iniesta y Xavi -elegido la figura del juego- se hicieron del balón.
El poder ofensivo azulgrana quedó en evidencia a los 10, cuando en su primera llegada Samuel Eto´o cambió el guión del encuentro con un puntazo a la red tras una gran jugada de Iniesta. El camerunés se transformó en el segundo jugador de la historia en hacer dos goles en una final de Champions, marca que ostentaba el interminable Raúl.
Tras el golpe, el Barça encontró su sitio en el partido. Messi, como el Bernabéu, merodeó por el centro olvidándose de la banda y ni Ferdinand ni Vidic pudieron con el elegido. El Manchester peleó en la primera parte y en un par de ocasiones obligó a que Valdés responda con rapidez y reflejos.
Pero a la vuelta de los vestuarios, ya con Carlos Tevez en cancha, todo fue del Barça, que pudo ponerse en ventaja en el arranque, pero Van der Sar le ganó un mano a mano a Henry y el "1" agradeció al palo por un disparo que repelió de Xavi.
El Barça hizo lo mejor que hace, rotar el balón, llevarlo y traerlo, hasta que surgió un espacio, Xavi metió un balón increíble para Messi, y el Mesías puso la cabeza que porta hoy una corona para sentenciar la historia.
Con la triple corona en la mano (liga, Copa del Rey y Champons), el Barça subió a los cielos con su himno y su fútbol bajo el brazo. Pep Guardiola, el debutante, le ganó el duelo táctico al experimentado Alex Ferguson, Messi se quedará con el trono que hoy ocupa el narcisista Ronaldo y desde el 27 de mayo se habla de un equipo que está destinado a ingresar en la leyenda.