Miércoles 27 de Mayo de 2009 Edicion impresa pag. 39 > Deportes
Sólo quieren otro "virreynato"
La CD de Boca puso fecha: el 11 de junio se reunirán con Bianchi y tratarán de convercerlo.

La misión imposible de la dirigencia de Boca no ha terminado. Los esfuerzos por convencer a Carlos Bianchi de que sea nuevamente entrenador de Boca tienen nueva fecha tope: el jueves 11 de junio la CD dialogará con el "Virrey", actual manager del club, a que acepte volver a ponerse el buzo de DT.

Anoche estuvo reunida la cúpula xeneize y todo lo tratado quedó reflejado en un comunicado: "La comisión directiva facultó al presidente (Jorge Amor Ameal), al secretario general (Rómulo Samborain) y al tesorero (Daniel Angelici) a reunirse con el manager Carlos Bianchi a los efectos de buscar el mejor futuro para el club", se informó oficialmente. En esa gacetilla formal también se agradeció la tarea desarrollada por Carlos Ischia, el DT que continuará a cargo del equipo hasta el final del Clausura.

Se especula que las autoridades xeneizes pretenden un gesto público de buena voluntad por parte de Ischia para que Bianchi se sienta liberado de todo compromiso firmado y acepte reemplazarlo ni bien finalice la actual competencia doméstica. La traba es que Bianchi, en una clásusula de su contrato como mánager, se negaría a un eventual reemplazo de Ischia en el dirección técnica.

Quedó claro una vez más que la CD quiere por unanimidad a Bianchi como entrenador y por eso esperan que modifique su postura antes del 11 de junio, día fijado como tope para tratar de persuadirlo. En caso de que el Virrey desista, se cree que de la lista tentativa de candidatos para suceder a Ischia ya quedaron relegados o descartados Alfio Basile, Gustavo Alfaro, Diego Cagna, Edgardo Bauza y Jorge Bermúdez. Los que por el momento no están fuera de concurso son Blas Giunta, José Basualdo y Abel Alves, sin que esto signifique que son los únicos candidatos, porque nuevos nombres aparecen y desaparecen a cada instante.

Bermúdez reunía dos puntos a favor, su fuerte personalidad y su veneración por Bianchi, pero en 2001 tuvo duros enfrentamientos con algunos directivos y, por otra parte, en las últimas elecciones se alineó con la oposición. A Cagna en tanto, no lo seduce dirigir a algunos de sus ex compañeros y prefiere seguir en Tigre.

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