El ejército paquistaní anunció el lunes que necesitará 10 días más para arrebatar a los talibanes la capital de Swat, Mingora, etapa crucial en la ofensiva que lanzó hace un mes, lapso desde el cual casi 2,4 millones de personas huyeron de la zona, según la ONU.
Los militares luchan calle por calle con los insurgentes talibanes en Mingora, principal núcleo comercial y administrativo de la región de Swat (noroeste), sacudida por dos años de insurgencia islamista.
Las fuerzas de seguridad lanzaron su ofensiva en tres distrito a finales de abril, en respuesta al avance de los talibanes en la zona, que llegaron hasta 100 km de Islamabad. "Debería llevar de siete a 10 días limpiar Mingora de la presencia de combatientes islamistas", aseguró a la AFP el
general Athar Abbas, portavoz del ejército paquistaní.
"La operación es un poco lenta porque queremos evitar pérdidas civiles y destruir propiedades", agregó. "Han sembrado Mingora de minas y debemos desactivar todos los artefactos explosivos", precisó este oficial superior.
La ofensiva del ejército sobre el noroeste del país ha provocado la huida masiva de civiles. El Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR) anunció el lunes que las autoridades habían censado un total de 2,38 millones de desplazados desde el 2 de mayo.
En Karachi, parte de las tiendas estaban cerradas el lunes por la convocatoria de huelga por parte del movimiento de defensa de la causa de los nativos del sur de la provincia sureña de Sindh JSQM, opuesto a la llegada de parte de estos huidos de etnia Pashtun.
Las fuerzas de seguridad indicaron el domingo que habían tomado el control de una serie de plazas claves y cruces de calles importantes. Un representante militar, que no quiso revelar
su identidad, dijo el lunes que seis milicianos murieron durante la noche en la ciudad de Kabal, a unos 20 km al oeste de Mingora.
"Estaban intentando poner una bomba frente a una mezquita pero les explotó encima", dijo el responsable a la AFP. "Los cuerpos sin vida de los seis milicianos muertos todavía yacen cerca de la mezquita".
Señaló que el ejército paquistaní todavía estaba luchando en Mingora, cuyas calles patrullaron los talibanes armados durante las últimas semanas, según los habitantes que huyeron de la ciudad. "Los milicianos se están retirando de diferentes frentes pero todavía nos enfrentamos a algunos disparos en algunas zonas de resistencia", indicó el responsable.
Helicópteros paquistaníes también bombardearon escondites de la insurgencia en Poechar y Malam Kabba, en las zonas montañosas al noroeste de Mingora, bastiones de los talibanes. Los periodistas y el personal humanitario no tiene acceso a la zona de conflicto y las líneas de teléfono tanto
de fijos como de móviles parecen haber sido cortadas, por lo que resulta imposible verificar las informaciones de los militares.
Pakistán dice que más de 1.100 milicianos y 66 soldados murieron en la ofensiva lanzada en los distrito de Bajo Dir el 26 de abril, Buner el 28 de abril y Swat el 8 de mayo, pero estos recuentos no pueden confirmarse.
El ministro paquistaní de Información, Qamar Zaman Kaira, dijo a la prensa que el gobierno está haciendo todo lo posible para atender a los desplazados. "Unos 2,3 millones de personas se han desplazado, pero esta cifra no es completa", explicó y añadió que cerca de 200.000 personas viven en los campos mientras que el resto se ha refugiado en casa de familiares.
Estos nuevos desplazados se suman a las 550.000 personas que en 2008 escaparon de batallas similares. Organizaciones de derechos humanos advirtieron que es el mayor movimiento de desplazados en Pakistán desde su separación de India en 1947.
AFP