El interés de la cadena internacional de supermercados por adquirir productos del golfo San Matías certificados por su manejo responsable, genera una luz de esperanza frente al oscuro panorama económico en la actividad pesquera provincial. Recién es un esbozo, apenas una intención. Una manifestación de voluntad de analizar la cuestión en conjunto, entre empresarios, ONG y pescadores con el arbitraje y mediación del Estado a través del Ministerio de la Producción. Pero ya se percibe el optimismo entre algunos de los actores que, no obstante, se niegan a alentar falsas expectativas hasta que no se den avances más concretos.

El inicio del debate de este proyecto hace emerger una demora del Estado, ya que la firma interesada en adquirir los productos exige, para poder obtener precio diferencial y acceder a mercados selectos, la certificación de origen que otorga el Marine Stewardship Council. Ese sello está siendo gestionado para la merluza rionegrina desde hace varios años, pero se requieren entre 150 y 200.000 dólares para la consultora que desarrolla el trabajo de auditoría y aprueba la marca y el registro internacional.

El Estado provincial comprometió su aporte inicial, que aún no fue efectivizado a pesar de que ya transcurrió más de un lustro desde que se presentó formalmente en sociedad la alternativa de que la merluza fuera certificada a nivel internacional por esta firma especializada conocida con la sigla MSC. El 24 de mayo de 2003, hace exactamente seis años, la Secretaría de Producción de Río Negro publicitaba en "Río Negro" que estaba avanzando en ese trámite. Pero nada ocurrió hasta ahora.

En la actualidad, en un marco de profunda crisis, con mercados internacionales que se cierran y pescadores artesanales desocupados sin posibilidades de venta como síntomas más claros de la complejidad de la coyuntura, aparece esta nueva opción que requiere que se concrete aquel proyecto demorado de imponer a la merluza rionegrina una marca que la distinga por su manejo amigable con el ambiente, sustentable y responsable.

Se espera que el resto de los productos del golfo también se vean beneficiados por esta certificación de la merluza y, a través de la cadena internacional, accedan a nuevos mercados.

"Recientemente se hizo una reunión en Buenos Aires y se analizó la posibilidad de trabajar para conseguir nuevos mercados como Alemania, Francia y otros que son muy exigentes", admitió el director de Pesca de la Provincia Miguel Alcalde. Confirmó también que existe un borrador de la carta de intención que se espera suscribir entre la firma Wal-Mart Internacional, la Provincia, la Fundación Vida Silvestre y las empresas locales, que ya circula por los distintos estamentos jurídicos y políticos.

PEDRO CARAM

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