CANNES (DPA) - El director franco-argentino Gaspar Noé regresó al Festival de Cannes con "Enter the Void", un "drama psicodélico" ambientado en Tokio que concurre por la Palma de Oro.

Siete años después de la consternación que provocó la violación de "Irréversible", Noé recibió un tímido aplauso de la crítica, como si ésta hubiese quedado atrapada bajo el efecto de las drogas que consumen los protagonistas. Aunque se define como perfeccionista, Noé aceptó presentar la película en Cannes sin estar acabada, porque "sería un suicido no hacerlo".

Durante los primeros 20 minutos del metraje, Noé intenta sumergir al espectador en los efectos alucinógenos de las drogas. La violencia está de nuevo presente en la vida de los protagonistas, dos jóvenes huérfanos, interpretados por Nathaniel Brown y Paz de la Huerta, que perdieron a sus padres en un accidente de tráfico cuando eran niños. Instalados en Tokio, él se gana la vida vendiendo droga en discotecas y ella como striper. La fatalidad irrumpe de nuevo en sus vidas y destroza esa promesa que se hicieron de pequeños de no separarse nunca.

En rueda de prensa Noé recordó al director alemán Rainer W. Fassbinder, para quien la fórmula de todo buen drama se compone de "esperma, sangre y lágrimas", tres ingredientes que tampoco faltan en esta película del franco-argentino.