NEUQUÉN (AN).- El CPEM 54 del barrio San Lorenzo Norte suspendió ayer las clases por falta de garantías en materia de seguridad.
La decisión fue tomada luego de un episodio que ocurrió el jueves por la tarde, cuando una mujer ingresó al establecimiento e increpó muy duramente a la directora. En principio había recibido un llamado de su hija, luego de haber sido golpeada por otra estudiante.
Hay versiones que indican que la madre habría ingresado en la institución portando un arma blanca, algo que no fue confirmado ni por la policía, que no recibió ninguna denuncia, ni por las autoridades del Consejo Provincial de Educación (CPE).
"Aparentemente hubo una pelea entre chicas. Una de ellas llamó a la mamá y entró y trató en muy malos términos a la directora", dijo el director provincial de Enseñanza Media, Carlos Bonsagüe, ante una consulta de este diario.
Agregó que en ese establecimiento "hay algunos problemas con las guardias".
El funcionario informó que ante el pedido de la docente a cargo de la escuela "optamos por no abrir las puertas de la institución hasta el martes próximo", fecha para la cual se podrían normalizar la guardia.
"No podría afirmar que la madre entró armada, no tengo esa información", aseguró Bonsagüe.
Según pudo saber este diario, no fue la única riña ocurrida en la institución del barrio San Lorenzo. Poco antes, otros dos jóvenes se habrían trenzado a golpes.
"La escuela está inserta en un lugar con muchos problemas sociales. Y es receptora de todos esos inconvenientes que la rodean, y no tenemos recursos ni medios para interactuar socialmente; son problemas que trascienden el hecho educativo", dijo el director provincial.
El hecho ocurre en medio de un recrudecimiento de situaciones de violencia y robos en escuelas de la capital. Uno de los problemas es la falta de personal de seguridad. Se trata de empresas que han dejado de ofrecer el servicio ante la falta de pago.
La situación viene provocando la reacción de padres y docentes, que piden una solución de fondo para garantizar la seguridad de sus hijos.
Incluso hay directivos que sostienen que la ola de inseguridad tiene lugar en un momento clave del año. Sucede que al promediar el ciclo ocurre la mayor cantidad de deserciones. Por eso incluyen a este problema como otra de las variables que desestimulan que los alumnos terminen el año escolar.