SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- La inflación minorista acumulada en esta ciudad durante el período enero/abril fue del 6,28% y a diferencia de otras veces la suba no fue traccionada por el precio de los alimentos sino por el rubro "viviendas", que incluye a las propiedades, alquileres, expensas y materiales de construcción.
La medición realizada por el Centro de Estudios Regionales de la Universidad Fasta (CER) determinó que entre enero y abril, el capítulo "vivienda" se mostró inflexible ante la caída de demanda y registró en esta ciudad aumentos del 15,56%.
Lo siguió en la grilla la categoría "esparcimiento" (hotelería, el transporte turístico, las discotecas, pubs, casinos y cines) con una inflación del 11,66%. En cambio los alimentos y bebidas subieron un 3,81%, cuando a lo largo de 2008 esa categoría estuvo muy por encima del promedio general.
El completo informe del CER indica que el comportamiento de los precios en Bariloche durante la primera parte del año permite proyectar para todo 2009 una inflación del 15,2%. Este valor triplicaría lo estimado por el Indec para capital federal y el conurbano (5,4%), pero coincide con las consultoras privadas Miguel Bein, Abeceb y Economía&Regiones, que prevén una inflación anual del 14%.
La proyección para esta ciudad da cuenta de una notoria "desaceleración inflacionaria", ya que en 2008 los precios minoristas aumentaron un 25.45% y en el primer cuatrimestre habían subido un 9,91%.
El centro de estudios atribuyó la baja de la inflación al enfriamiento de la economía "en lugar de ser el resultado de decisiones acertadas del gobierno".
Subrayó también como un dato auspicioso la desaparición de la brecha que históricamente separó al costo de vida nacional del local (este último siempre se ubicó por arriba), "Pareciera ser que las circunstancias actuales de la ciudad están forzando una revisión de los diversos sobreprecios que caracterizan a nuestros circuitos productivos", observa el estudio.
En relación con el rubro "vivienda", el CER apunta que el ritmo de la construcción disminuyó, el crédito hipotecario "virtualmente no existe" y también cayó en forma abrupta la demanda de inmuebles, pero aun así los precios se mantiene en alza.
"Esto ratifica -según el informe- que se trata de un segmento muy rígido, en el que la oferta permanece impermeable al retroceso de los compradores y se mantiene en el nivel de valores que desea obtener, todo en el marco de una aguda crisis habitacional".