El mal tiempo ha obligado a retrasar el regreso del transbordador Atlantis.
Sus tripulantes han reparado con éxito el telescopio Hubble y lo han celebrado con un brindis insólito en la historia de la carrera espacial.
En unas bolsas de plástico, se guarda un líquido que es agua reciclada a partir de la orina, el sudor y el aire exhalado de los astronautas.
Una compleja purificadora instalada a bordo del transbordador permite obtener agua incluso en condiciones de extrema escasez.
Está pensada para los viajes tripulados a larga distancia y sería imprescindible en futuras misiones del hombre a la luna o al planeta Marte.
Por otra parte, la Nasa informó ayer que a bordo de un mismo cohete, dos satélites de la NASA partirán el 17 de junio, salvo retrasos, hacia la órbita lunar.
Entre sus objetivos está buscar lugares adecuados para futuras misiones tripuladas, incluidas las que supondrán la vuelta a la Luna de astronautas de Estados Unidos, y también saber de una vez por todas si existe agua helada en los polos lunares y medirán y caracterizarán la radiación presente en el satélite. (AP)