"Me hago responsable de todo porque soy el que hace la formación y los cambios que considero necesarios. Soy el único responsable de las derrotas y de lo mal que juega el equipo".

Mea culpa sin medias tintas. Américo Gallego se hizo cargo de barco que deambulaba sin rumbo y creyó que con su sapiencia como timonel sería suficiente para escapar de la tormenta. Pero no. El Tolo es ahora uno más en ese naufragio llamado Independiente. Luego del 1-5 ante estudiantes, los hinchas, ya cansados, se lo hicieron saber.

"La gente tenía que explotar y explotó. Los comprendo, pero hace dos o tres días que yo no duermo tampoco. Me considero un hombre fuerte, de lucha permanente. Para el que no me conoce, soy taurino, y siempre salimos adelante".

En una rueda de prensa en la que se lo notó de a ratos serio y en otros sonriente y dispuesto a las bromas, el técnico miró hacia el cielo y señaló: "Además, el de arriba no me está ayudando, pero a lo mejor el domingo contra River nos sale todo bien. Esto es una calesita y por ahí después terminamos bien".

Molesto porque ayer salió en varios diarios una foto suya dirigiendo la práctica con un agente de seguridad armado de fondo, Gallego señaló: "Me ponen con un policía solo... No soy Rambo pero me la banco solo. Dejemos de hablar".

Gallego describió al clásico con River como "un partido para despegar de la mala onda que hay". Por último, negó que los siete cambios que introdujo ante Godoy Cruz hayan sido a modo de reprimenda para los futbolistas salientes: "Yo no puedo castigar a nadie como estamos. Necesito que estén todos. Lo que sí digo es qu tuvimos desconcentraciones groseras que hay que corregir".