BUENOS AIRES (ABA).- Antes de que se agudicen las fricciones propias de la campaña electoral y previo al decisivo conteo del 28 de junio, la oposición al kirchnerismo (PRO y peronismo disidente, por un lado; Coalición Cívica y UCR, por el otro), intentará sellar la semana próxima un acuerdo parlamentario para garantizar la gobernabilidad hasta el 2011, revelaron anoche a "Río Negro" distintas fuentes de esas fuerzas.

Un portavoz del oficialismo, en respuesta a esta versión, asoció la iniciativa al proceso de "transición ordenada" que está promoviendo el intendente porteño, Mauricio Macri, pero a la vez no descartó que a la luz de los resultados de los comicios sea la misma Presidenta Cristina Fernández de Kirchner, la que se apure a institucionalizar el diálogo con políticos y empresarios en vísperas de la celebración del Bicentenario.

Los sectores que no concuerdan con el gobierno ya han asumido posturas comunes en el Congreso, sobre todo a partir de la polémica resolución 125, sobre retenciones móviles a la producción agropecuaria.

Pero ahora, tratarán de reforzar la sintonía en puntos básicos y ofrecerle "una cuerda" al kirchnerismo para "mantener el país a flote" hasta el recambio presidencial, previsto para dentro de dos años.

Uno de los más activos fogoneros de la propuesta es el titular del bloque de diputados del PRO, Federico Pinedo, quien está buscando un marco racional de consenso, incluso con justicialistas hoy alineados con la Rosada y que son críticos por lo bajo del "estilo K".

Los voceros consultados por este diario vaticinaron que la oposición ganará bancas como para convertirse en mayoritaria en la Cámara de Diputados.

Evaluaron, además, que el mejor escenario sería que Néstor Kirchner no pierda en la provincia de Buenos Aires, para no debilitar demasiado al gobierno de su esposa.

La movida buscaría facilitar un entendimiento con el gobierno, vía parlamentaria, sobre aspectos esenciales: readecuación del presupuesto, manejo de los vencimientos de la deuda externa y solución al conflicto con el campo.

"La meta es hacer previsible al país hasta el 2011", remarcó un legislador a "Río Negro". "Y -agregó- darle la oportunidad a Cristina de mostrarse como cabeza del poder, colocando en un segundo plano real a Néstor Kirchner".