Jueves 21 de Mayo de 2009 Edicion impresa pag. 3 > Nacionales
Defienden el parlamentarismo
Zaffaroni sostuvo que un cambio de sistema daría estabilidad al país y a la región

BUENOS AIRES (ABA).- El sistema parlamentario le otorgaría a nuestro país -y en general a la región- la estabilidad de la que carece, consideró el juez de la Corte Suprema de Justicia, Eugenio Zaffaroni.

"Llevamos 25 años sin golpes de Estado en Latinoamérica, pero más de veinte presidencias interrumpidas, algo hay que no funciona", sostuvo el jurista en un debate que compartió con el secretario de Gabinete, Juan Manuel Abal Medina. Ambos polemizaron en el histórico recinto de la Manzana de las Luces sobre "Presidencialismo y parlamentarismo", en un simposio organizado por los centros de estudios IFED y CIPCE.

Zaffaroni alentó la implementación del régimen parlamentario en la Argentina, mientras que Abal Medina se mostró proclive a considerar "inconveniente" un cambio de sistema.

En la concepción del juez, el parlamentarismo sería "un freno para las reelecciones indefinidas", a la vez que aventaría el peligro de una gestión trabada cuando el Ejecutivo pierde la mayoría parlamentaria. "(Winston) Churchill en Gran Bretaña fue primer ministro dos lustros; Helmut Kohl en Alemania 16 años seguidos, pero nadie los llamaría dictadores, es algo que permite el parlamentarismo", subrayó el miembro de la Corte.

Añadió que el sistema parlamentario neutraliza las "cruentas reacciones" contra los populismos en la región, a los que se negó a darles un calificativo peyorativo. Señaló que el parlamentarismo facilita las coaliciones, permitiendo que los acuerdos se hagan "sobre la mesa" y no debajo.

Por su parte, Abal Medina observó que es de suma complejidad modificar un esquema una vez instalado. "Además, cuando la gente se acostumbra a votar directamente a sus representantes es muy difícil volver atrás".

Más allá de discrepancias, los expositores coincidieron en que en el arco que va entre los sistemas en su forma pura -pasando por el semipresidencialismo- existen varias graduaciones.

Se menciona como talón de Aquiles del presidencialismo que los derrotados suelen no tener ningún acceso al gobierno. Zaffaroni recordó que en Alemania (parlamentario) gobierna una coalición entre el partido más votado y quien lo había enfrentado. También se objeta al presidencialismo que el mandato rígido (una vez que el gobierno perdió el apoyo de la mayoría) suele detonar en crisis de gobernabilidad.

Al abrirse el momento de las preguntas, "Río Negro" consultó: "Sí Chile, Uruguay y Brasil hace más de dos décadas que no sufren crisis de gobernabilidad, ¿no será que el problema argentino se debe al bajo nivel de sus clases políticas más que sus regímenes?

Abal Medina respondió que Uruguay y Chile tienen fuerzas políticas estables y sólidas, pero recordó los escándalos por acusaciones de corrupción política en Brasil. Sobre este último país Zaffaroni aludió al caso de Color de Mello, destacando que allí la "borocotización" de los legisladores es normal; en Chile -concluyó- hay un hábito de coaliciones donde "nadie saca los pies del plato".

Use la opción de su browser para imprimir o haga clic aquí