SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- El juez de instrucción Martín Lozada, junto a un equipo de investigadores, allanó ayer una farmacia de los barrios altos que habría vendido los medicamentos utilizados por una mujer para practicarse un aborto clandestino que puso en riesgo su vida.

Días atrás la infortunada, mayor de edad, ingresó al hospital zonal en estado crítico y fue internada en terapia intensiva con una severa infección provocada por la utilización de un medicamento antiinflamatorio que habría utilizado para interrumpir un embarazo de dos meses.

La paciente fue sometida a un legrado para remover la infección, al tiempo que su situación fue informada a la Justicia para que investigue lo ocurrido. Las autoridades del nosocomio explicaron que ese era el tercer aborto que llegaba a la guardia inducido por la utilización de medicamentos que sólo deberían venderse con receta archivada, pero se pueden adquirir en forma libre en algunas farmacias. La denuncia del Hospital recayó en el juzgado de Lozada, y su investigación desembocó en el allanamiento de la farmacia de Pasaje Gutiérrez y Felipe Laguna donde la mujer habría adquirido un analgésico y anti-inflamatorio usado habitualmente con fines abortivos.

La hipótesis es que personal de dicha farmacia habría vendido ilegalmente la droga sin receta médica, la que de acuerdo con la ley debe ser archivada por el farmacéutico. Además habría aconsejado a la paciente el modo en que debía usar esa droga a fin de producir el aborto.