El sacerdote Julio César Grassi, acusado de los presuntos delitos de abuso sexual y corrupción de menores contra adolescentes de la Fundación Felices los Niños que él mismo dirigía, se presentó nuevamente ayer ante el tribunal de Morón que lo juzga desde agosto del año pasado. Fue en una nueva jornada de réplica contra los alegatos que los abogados querellantes, quienes en su oportunidad habían solicitado altas penas para el religioso.

Al ingresar, Grassi adelantó que hablaría "desde el corazón" y "cuando el tribunal lo disponga" y que esperaba ser "escuchado y comprendido".

Aunque se creía que su descargo final se realizaría en la audiencia de ayer, por la tarde se confirmó que las últimas palabras del cura antes de cerrar el juicio oral se escucharán hoy.

El debate ya lleva unas 200 audiencias y por ante los jueces pasaron 122 testigos. Una vez terminadas las últimas declaraciones de la defensa, la Cámara de juicio tendrá un plazo de 15 días corridos para dar a conocer su sentencia.

Estela de Carlotto, titular del Comité Argentino de Seguimiento y Aplicación de la Convención Internacional de los Derechos del Niño, estuvo ayer presente en la audiencia y dijo que espera "una condena ejemplar para que estos delitos no vuelvan a existir". (Télam)