BASUKI YAKARTA (AP).- Un avión militar indonesio que transportaba soldados y sus familias se incendió y cayó en picada ayer en un vecindario residencial, con un saldo de 98 muertos.
Más de una decena de personas sufrieron quemaduras y otras heridas graves.
Los sobrevivientes dijeron que escucharon dos explosiones fuertes y sintieron cómo el avión de transporte C-130 Hércules oscilaba al caer.
El avión cayó sobre unas casas y finalmente fue a parar a un arrozal con el fuselaje totalmente destrozado.
Indonesia, la cuarta nación más poblada del mundo, ha sufrido una serie de accidentes de aviones tanto civiles como militares y la comunidad internacional la ha presionado para que mejore el mantenimiento y la seguridad.
La fuerza aérea ha sido la más afectada por la escasez de fondos y la prohibición estadounidense de venderle armas al país.
El vocero militar Sagom Tamboen dijo que 109 pasajeros, entre ellos militares y sus familias y la tripulación iban en el Hércules C-130. Había al menos 10 niños a bordo.
Otro vocero, Bambang Sulistyo, dijo que el avión estaba en una misión de entrenamiento de rutina cuando cayó cerca de una base de la fuerza aérea en la provincia de Java Oriental. Se estrelló sobre cuatro casas en el pueblo de Geplak, mató a tres personas que estaban allí y luego se deslizó hasta un campo de arroz, donde quedaron desparramados la cola quemada y varios trozos del fuselaje y de las alas. La causa del accidente no estaba clara.
El presidente Susilo Bambang Yudhoyono, un ex general del ejército, prometió una investigación exhaustiva sobre el hecho. Sulistyo, sin embargo, dijo que el avión tenía cerca de 30 años y varios testigos dijeron que vieron cómo se le salió el ala derecha cuando aún estaba en el aire.