El Ejecutivo nacional negó hoy que haya un "brote antisemita" en el país y descartó que en el acto por el aniversario del Estado de Israel se haya facilitado una "zona liberada", mientras el gobierno israelí reclamó saber "quién está detrás" de los incidentes y reclamó que se castigue "con severidad" a los responsables.

Las agresiones propinadas ayer a integrantes de la comunidad judía, que resultaron heridos por parte de un grupo de militantes antisionista, tuvo una rápida repercusión internacional por la intervención de un funcionario del gobierno de Tel Aviv y un comunicado de repudio del Centro Simon Wiesenthal.

 Dos centenares de militantes que se solidarizaron con los detenidos realizaron hoy manifestaciones frente a la Embajada de Israel -en el centro de la ciudad- y ante los tribunales federales de Comodoro Py.

El ministro de Justicia y Seguridad, Aníbal Fernández, afirmó que "no hay un brote antisemita" en el país porque "el pueblo argentino no piensa de ese modo", sino que son unos "diez o quince personajes que fueron y agredieron a la gente y que son los mismos que en otras oportunidades se manifestaron de tales formas".

El funcionario manifestó que previo a los hechos no había "nada que indicara que tenía que haber algún tipo de preocupación" y que el ataque "fue contenido en la forma más rápida posible y teníamos mucho personal policial", que "actuó rápidamente, se detuvo a cinco de ellos, cuatro varones y una mujer. Uno de los varones es Leonardo del Grosso, un miembro de Quebracho", que ahora encabeza una agrupación denominada "Resistencia Lautaro", informó.

A las pocas horas, el director del departamento de América Latina de la cancillería israelí, Alexander Ben UVI, reclamó el esclarecimiento de los responsables, un castigo "con severidad" para "prevenir en el futuro actos semejantes".

"Esto puede ser preocupante: espero que sea una cosa aislada de grupos muy pequeños, pero aun así hay que encontrarlos y castigarlos" agregó Zvi, quien se excusó de calificarlo de brote antisemita, aunque dijo que "este tipo de acciones ya hubo durante enero, hubo varias manifestaciones bastante fuertes".

Sostuvo que "la relación es fluida" con el gobierno argentino: "Estamos en contacto permanente con todas las autoridades. Lo que tenemos que decir lo vamos a decir a puertas cerradas y no en los medios de comunicación".

Este mediodía unos 200 activistas, algunos de ellos con los rostros cubiertos, reclamaron frente a la Embajada de Israel y luego ante los tribunales federales de Comodoro Py por la libertad de los cinco detenidos por los incidentes de ayer, mientras portaban carteles con las inscripciones "Palestina es un nuevo gueto de Varsovia", "sionismo=racismo" y "sionismo no es judaísmo, es nazismo".

El ataque de ayer fue condenado por varias personalidades política, como el secretario de Derechos Humanos, Eduardo Luis Duhalde, quien expresó su "enérgico repudio" a las manifestaciones antisemitas", las que deberán ser "juzgadas penalmente".

DyN.-