NEUQUÉN (AN).- Tras más de seis meses de trabajo, la ciudad de Neuquén cuenta con un protocolo especialmente destinado al tratamiento y la atención de menores de edad en situaciones de vulnerabilidad y delitos. La iniciativa establece cómo deben actuar las dependencias policiales y los centros del sistema sanitario. "Para todos los sectores que participamos en su creación, éste es un gran logro, pero que en realidad viene a responder a las falencias que vemos; es un protocolo para evitar los apremios y la doble victimización de los menores de edad", aseguró el secretario de Derechos Humanos del municipio y presidente del Consejo Municipal de la Niñez, Jesús Escobar.

El protocolo fue desarrollado a través de una mesa de trabajo en la que participaron junto a la directora municipal de Niñez y Adolescencia, Claudia Genoud; el director del hospital Heller, Osvaldo Neder; la entonces subjefa de la Zona Metropolitana de Salud, Adriana González; la jefa de la guardia de Pediatría del hospital Castro Rendón, Teresa Kantolik; la referente del hospital Bouquet Roldán, Mirta Palandri, y diversas autoridades de la Comisaría del Menor. La iniciativa, que en primera instancia se instrumentaría en la ciudad de Neuquén, apunta a evitar por un lado de sobreexposición de los menores que hayan sido víctimas de delitos o que se encuentren en situaciones de vulnerabilidad, y por el otro busca garantizar la atención médica a los menores que hayan sido demorados por su presunta participación en algún delito.

"Busca reestructurar el sistema de atención médica de un chico que haya sido demorado o llevado por la policía del menor a un centro médico para la obtención del certificado legal necesario para continuar con su derivación o tratamiento", explicó Escobar y agregó que "hace un par de años esta relación se quebró entre la policía y el hospital Castro Rendón, y desde ese importantísimo hospital se dejó de atender a los chicos que se llevaban o se los hacía esperar hasta cuatro horas".

El instructivo contempla que sólo se demorará a un menor si existe una orden judicial o es hallado in fraganti y establece que la colocación de esposas sólo estará permitida si el menor evidencia una actitud violenta. Los centros médicos, sostiene, deben atender a los menores trasladados por policías en forma rápida y prioritaria, y sólo se permitirá el acceso de un policía a la sala de revisión si el menor muestra actitudes violentas.

"El objetivo es garantizar los derechos de los menores porque hoy, una chica que fue asaltada tiene que esperar cuatro horas en el hospital al lado de un policía para que la revisen y eso es una doble victimización que hay que impedir", destacó Escobar.