ROMA (AFP/AP) - Raffaelle Amato, de 44 años, considerado como uno de los jefes de la camorra (la mafia napolitana) de Mugnano, al norte de Nápoles, fue detenido en Marbella, en el sur de España, anunció ayer el fiscal general de Nápoles, Giovandomenico Lepore.
Amato, que permanecía prófugo desde 2006, está acusado de ocho homicidios cometidos entre 1991 y 1993 y de ser el principal importador de cocaína en italia por la aglomeración napolitana, indicó el fiscal.
Según los investigadores italianos, el hombre, que habla un español perfecto, estaba instalado en una localidad de la Costa del Sol donde vivía bajo una identidad falsa.
No opuso resistencia cuando fue arrestado por los policías napolitanos en el vestíbulo de un albergue en Marbella, tras una larga vigilancia que se había iniciado en Málaga. Uno de sus tenientes, Carmine Minucci, fue arrestado al mismo tiempo que él.
El ministro italiano de Interior, Roberto Maroni, llamó por teléfono al jefe de la policía y al fiscal general de Nápoles para felicitarles por este arresto, indica un comunicado del ministerio.
El fiscal general Lepore celebró por su parte durante una conferencia de prensa la mejora de la cooperación entre la policía italiana y la española y recordó que Amato, que ya fue arrestado en el pasado por la policía española, había sido liberado en España antes de haber podido ser extraditado.
"Al contrario de lo que podía haber sucedido en el pasado con las autoridades judiciales y policiales españolas, la colaboración se ha reforzado y hoy estamos en perfecta sintonía", afirmó.
"España se ha dado cuenta de que se estaba convirtiendo en un almacén de estupefacientes, entonces la colaboración es entera y eficaz", estimó a la vez que subrayó que "las actividades del crimen organizado tienen ahora una dimensión transnacional".
Raffaele Amato estuvo involucrado en una violenta trifulca interna de la Camorra, que dejó varios muertos. De hecho, Amato es acusado de varios homicidios en conexión con una disputa de la Camorra que data de 1991 entre los clanes de Di Lauro y Ruocco en Nápoles.
La policía dice que Amato era un asesino importante para el capo Paolo Di Lauro, que estaba tratando de mantener de control de su clan. En 2006, Di Lauro fue hallado culpable y sentenciado a 30 años de prisión por cargos de asociación con la mafia, extorsión y narcotráfico.