Rubén Pattriti no se detiene. En 2004 renunció al cargo de director de Exploración y Explotación de Repsol YPF para América Latina, con asiento en Neuquén, y de entonces a ahora, convertido en cuentapropista, está asociado a la petrolera Argenta Energía, concesionaria de tres yacimientos en Neuquén, es dueño de un establecimiento vitivinícola en El Chañar, de una piscicultura en Santo Tomás, de una explotación agrícola en Picún Leufú y, ahora, consejero del Grupo Eurnekian. Y lo más importante, es amigo de Jorge Sobisch.
Pattriti permaneció en YPF mientras Alfonso Cortina fue presidente de la compañía matriz, Repsol. Desde ese cargo favoreció la propuesta de Sobisch para la prórroga de la concesión de Loma de la Lata hasta el 2027 y generó así condiciones propicias para que Sobisch proclamara una "alianza estratégica" con la petrolera española, que fue efímera porque, como todo lo que parece sólido, se disolvió en el aire cuando Antonio Brufau sustituyó a Cortina.
Ese cambio hizo que Pattriti dejara YPF. Pero no se convirtió en un desocupado condenado a vivir de un subsidio del Estado, porque poco después recibió un préstamo del Instituto llamado Autárquico de Desarrollo Productivo, el Iadep, que lo convirtió en uno más de los vitivinicultores de El Chañar. De acuerdo a los montos consignados en el informe de una auditora contratada por el Tribunal de Cuentas, a Pattriti le refinanciaron en el 2007 una deuda de 28.761.565,34 pesos, a un generoso plazo de 20 años y una generosa tasa del ocho por ciento. Se llevó así el 7.13 por ciento del total refinanciado, que superó los 400 millones de pesos. "El gobernador da los créditos, y si son para los amigos mejor", dijo Sobisch.
De esa refinanciación, la auditora dijo que "...ninguna entidad crediticia sería capaz de sostener esa modalidad de financiamiento en virtud de: la tasa de interés preferencial de que gozan los beneficiarios de los créditos; la inexistencia de cláusulas que contemplen la pérdida del poder adquisitivo de la moneda para que sea posible recuperar el capital prestado (y) las garantías aceptadas por los directivos del organismo que se tornarán obsoletas en el plazo de 20 años que dura el préstamo".
"Me das cada día más"
Pattriti también cría truchas. Este diario publicó el 23 de octubre de 2005 que "una compañía formada por ex empresarios petroleros ya comenzó en Santo Tomás a montar el centro de incubación y alevinaje de un emprendimiento que, en el embalse de Piedra del Águila, llegará a producir quince mil toneladas de trucha arco iris por año para su exportación por un monto de sesenta millones de dólares". La nota decía que el 75 por ciento de la inversión será financiado por el Iadep, y que quien lideraba el grupo empresario era Pattriti.
El vino y la trucha no hicieron, sin embargo, que el ex YPF perdiera su identidad petrolera. Su actividad en esa área continuó en Argenta Energía, primero como "advisor" (consejero) y luego como socio.
La empresa, de origen canadiense, ya legalizada como una sociedad anónima argentina pudo, como otras, asociarse con Hidenesa gracias a un decreto firmado por Sobisch en los últimos días de su último mandato. En la unión transitoria así formada Argenta recibe el 90 por ciento de los beneficios que obtenga de la explotación de tres yacimientos que aporta Hidenesa: Divisaderos, Covunco y El Corte.
Eurnekian
El grupo Eurnekian tiene inversiones en todo el planeta. En la Argentina se quedó con la concesión de los aeropuertos, otorgada a una sociedad del grupo, Aeropuertos Argentina 2000. En Neuquén la sociedad se llama Aeropuertos del Neuquén y es controlada por Unitec Agro, un fondo de inversión agrícola cuya mayoría accionaria pertenece a una firma off shore domiciliada en un paraíso fiscal. Recientemente, Eurnekian se asoció a la vitivinícola de Julio Viola, la más importante de El Chañar, con un aporte de 50 millones de dólares. El ingreso de Pattriti al grupo sugiere la posibilidad de que la actividad hidrocarburífera en Neuquén sea también del interés del empresario de prosapia armenia.
JORGE GADANO
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