Domingo 17 de Mayo de 2009 Edicion impresa pag. 36 > Sociedad
Superar adicciones a través de la música
Es la propuesta de Mario Corradini, estudioso de la "biomúsica". Estuvo en San Antonio, donde proyecta abrir una escuela.

SAN ANTONIO OESTE (ASA).- "Está lindo escuchar, pero yo no quería hacer la música de otros, por eso me puse a investigar", explica Mario Corradini, un reconocido músico argentino radicado en Italia, que hace 25 años fundó allí una escuela de "biomúsica".

Con sus 53 años, Mario ha recorrido un largo camino (ver recuadro) que primero lo llevó a incursionar como músico en la fusión de distintos ritmos y estilos y luego a meterse de lleno en la investigación de cómo los sonidos afectan, estimulan y sanan a las personas.

"Simplemente comencé a estudiar y encontré en la biomúsica (una rama de la musicoterapia), una disciplina de carácter evolutivo que actúa sobre el aspecto emocional, el fisiológico y el energético del individuo, que a través de distintas técnicas elabora y complementa procesos terapéuticos", explica Corradini.

"Todos vivimos rodeados de sonidos y los que más nos influyen son los naturales, el corazón de mamá cuándo estábamos en la panza, los sonidos del agua, y aunque no las recordemos, esas memorias arquetípicas están allí y son sonidos universales, que nos mueven al escucharlos, porque uno evoca afuera los sonidos que ya tiene adentro? por eso los sonidos de percusión nos movilizan tanto a todos, porque justamente nos evocan el latido del corazón de mamá", dice el músico.

"La emisión de la voz, por ejemplo, sirve para proferir palabras que el cerebro decodifica, pero también produce ondas de aire que golpean la piel, como los sonidos de un instrumento que se sienten en una parte particular del cuerpo. Por ejemplo, los sonidos graves de un tambor repercuten en la panza del que escucha; el sonido agudo de una flauta va para arriba y se siente en la cabeza. De acuerdo a la calidad del sonido hay una partecita corporal que responde y cada parte del cuerpo se vincula a una emoción distinta", grafica Mario.

Los "bloqueos"

Corradini demuestra la potencialidad sanadora de la "biomúsica" a través de ejemplos: "Cada vez que hablamos, algo en nuestro cuerpo resuena y de acuerdo a dónde coloquemos la voz (a qué parte del cuerpo) podemos determinar un bloqueo emocional que los biomúsicos trabajamos para disolver", comenta.

"Esos bloqueos -explica- son cosas que no te esperabas pero te sucedieron de improviso y te impactaron fuertemente, ya que al no expresar algo en el momento en que lo tenías que expresar, te comiste una torta de 600 toneladas que no digeriste y se quedó en la panza, que es la zona que representa los sentimientos en el cuerpo humano, y eso se puede convertir en una enfermedad", afirma.

Teniendo en cuenta esto, desde su escuela de Italia el músico ayuda a la recuperación de chicos adictos mediante técnicas musicales.

"La adicción que los lleva a hacerse daño está fundada en problemas de no integración a la familia, hogares desastrosos, violaciones; es decir, golpes emotivos que se les grabaron en un momento en la memoria y que los llevaron a esa conducta", explica.

"Para ayudarlos ´musicalmente´, a través de ritmos elegidos y notas específicas que van a tocar un punto de su memoria y de su cuerpo, se los induce a un estado de conciencia tal que les permita la evocación del conflicto que promovió la adicción, de manera que puedan revivir ese situación y descargarla de negatividad", manifiesta Mario.

"En este proceso de introspección, en la medida en la que van colocando los libros en el lugar correcto de la biblioteca, la personalidad de estos chicos se va formando de nuevo, porque uno es de acuerdo a lo que le sucedió. Y cuándo resolviste el disparador del problema, ya no recaés en él", se entusiasma el músico.

El sueño difundir la "biomúsica" en la región empieza a tomar forma. Muchos interesados conocieron la propuesta con la visita de Mario Corradini a la región.

El músico parece haber encontrado un secreto natural, no invasivo como tratamiento, que permitiría a través de los sonidos esenciales, llegar a esos puntos de conflicto que han marcado un antes y un después, posiblemente traumático, en la historia interna de una persona. No sólo las adicciones sino también muchos otros problemas y afecciones podrían encararse desde esta melódica tendencia, que empieza a cobrar seguidores.

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