Domingo 17 de Mayo de 2009 Edicion impresa pag. 2 > Nacionales
Scioli y De Narváez calentaron la campaña
El gobernador dijo que su oponente está nervioso. "No hizo nada por el conurbano", le retrucó su rival.

El gobernador bonaerense y candidato a diputado por kirchnerismo, Daniel Scioli, evitó ayer confirmar si asumirá su banca en caso de ser electo el 28 de junio y desestimó los agravios de su rival Francisco de Narváez, a quien acusó de tener una "profunda preocupación" porque las encuestas ubican a Unión PRO "tercero" en el distrito.

De Narváez anunció ayer que en 2011 se presentará otra vez como candidato a gobernador bonaerense y reclamó "políticas y recursos extraordinarios".

"El conurbano es un problema nacional y Scioli y las gobernaciones anteriores no lo trataron como tal", arremetió el candidato. "Si soy gobernador en 2011 voy a plantear que la provincia de Buenos Aires necesita políticas y recursos extraordinarios para resolver un problema nacional que es la enorme cantidad de gente que no tiene la mínima condición digna de vida", prometió.

"Ellos tiran piedras, nosotros tiramos flores", replicó el ex vicepresidente, quien afirmó que "en ese espacio están tan incómodos que no pueden creer que haya tantas coincidencias, no pueden creer el pronunciamiento de 40 intendentes, con el gobernador y el ex presidente (Néstor Kirchner) a la cabeza".

De Narváez, por su parte, advirtió que Scioli anda "arrastrándose pidiendo favores detrás de Néstor y de Cristina (Fernández)" y destacó que ve una "elección muy reñida" entre el kirchnerismo y Unión-PRO.

Estimó que el vencedor de la contienda de medio término triunfará "por pocos puntos" y acotó: "Hoy nos parece que estamos en el mismo escalón que ellos. La elección se va a polarizar entre el kirchnerismo y Unión-PRO y el resultado está en manos de los indefinidos".

A su turno, consultado por radio Mitre, Scioli evitó "comentar versiones" periodísticas que indicaban que ya tendría tomada la determinación de no asumir y recalcó que tiene "respeto por la libertad de prensa".

De esta manera, evadió nuevamente una definición sobre sus planes para diciembre y acusó a sus contrincantes de "tratar de cambiar el fondo del debate" porque "hablan de cuestiones muy posteriores a la elección". En tanto, De Narváez consideró que una interrupción del mandato presidencial "sería pésimo para el país" y prometió que desde su sector habrá "colaboración" para que Fernández de Kirchner gobierne hasta 2011.

El legislador opositor negó que después del 28 de junio vaya a generarse una crisis institucional según el resultado del comicio, al afirmar que habrá "colaboración para que Cristina gobierne de la mejor forma de aquí hasta el final de su mandato, en 2011".

"A nadie se le pasa por la cabeza interrumpir el ciclo de gobierno de Cristina, porque sería una irresponsabilidad que suceda, sería pésimo para el país", afirmó a radio Mitre. (DyN)

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